ENERGÍA

Emaya suministró el 98% de toda la energía municipal durante 2024

La empresa municipal generó casi 11,3 GWh de energía renovable entre fotovoltaica y biogás

La cubierta de Son Pacs, con placas fotovoltaicas. | Emaya

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No hay apagón para Palma; el Ajuntament avanza hacia la descarbonización y la autosuficiencia energética. Emaya suministró el año pasado el 98 % de toda la energía municipal: proporcionó el 100 % de la electricidad y el 97 % de gas. En total, 195 GWh en todo el año.

De hecho, para poder cerrar el círculo a la empresa pública sólo le falta integrar el gas del Ajuntament (actualmente en trámite documental) y el Patronat Municipal d’Escoles d’Infants (PMEI). Desde que comenzó su actividad en el campo energético hace unos años, Emaya ha ido incorporando progresivamente los consumos municipales a medida que iban finalizando los contratos en vigor con compañías externas. El mayor porcentaje de consumo eléctrico dentro de la estructura municipal corresponde, precisamente, a la propia Emaya, un 51,5 %; mientras que el mayor porcentaje del gas lo consume la EMT, un 77,2 %.

Generación

Emaya suministró esta energía a través del autoconsumo y la adquisición a terceros con certificados de origen renovable. La empresa municipal generó casi 11,3 GWh de energías renovables el año pasado, un 9 % más que el anterior.

La mayor parte fue producida a partir de biogás (9,7 GWh), aprovechando los gases generados en el tratamiento de aguas residuales, y el resto (1,6 GWh) es fotovoltaica. Para esta última la empresa cuenta con una potencia de 1.370 kilovatios pico; la capacidad productora de Emaya creció significativamente entre 2022 y 2023 gracias a la ampliación de la instalación fotovoltaica del recinto de Son Pacs.

Estas plantas de generación eléctrica de Emaya son de autoconsumo, aunque se vierten a la red los excedentes que no se pueden consumir. En 2024 sólo se vertió un 11,2 % de la energía de biogás y un 2% de la fotovoltaica. El autoconsumo supuso un ahorro de emisiones de 4.254 toneladas de CO2.

Aunque la empresa pública recibió en 2019 la encomienda de gestionar la energía municipal, 2024 fue el primer año completo de comercialización de energía. Un hecho que repercutió en sus cuentas: Emaya facturó 10 millones de euros por esta actividad el año pasado, un 183% más que el anterior.

Los planes para el futuro

Las líneas de trabajo de Emaya a futuro «se centran en incrementar el autoconsumo a partir de fuentes de generación renovables propias, con el fin de avanzar hacia una descarbonización directa de las instalaciones y lograr una reducción significativa en los costes de suministro». Los planes pasan por estudiar el potencial fotovoltaico de las cubiertas en edificios públicos y analizar una posible reducción de la demanda municipal. También se quiere estudiar la viabilidad de nuevas instalaciones de otras tecnologías, como la generación térmica o de biometano. Además, aunque la hoja de ruta de la comercializadora de Emaya ya se ha completado con éxito, en su memoria se hablaba de suministrar energía a la ciudadanía, algo que podría evaluarse como siguiente fase.