CONFLICTO

Vecinos de la calle Olmos claman contra un piso turístico ilegal de hasta 20 plazas

Pese a las denuncias ante el Govern, puede llegar a facturar hasta 1.600 euros al día con total impunidad

TW
59

Vecinos de la calle Olmos están padeciendo los estragos de tener un hotel ilegal en la planta baja del número 14. Pese a que está prohibido el alquiler turístico en edificios plurifamiliares en el municipio, la actividad ilegal campa a sus anchas y se comercializa en Internet con total impunidad.

Vecinos de la zona advierten que ese piso, al que califican de ‘hotelito’, puede llegar a acoger hasta veinte personas en sus cinco habitaciones, que protagonizan un verdadero hacinamiento en esta vivienda del centro de Palma. El trasiego de turistas en el portal es constante e incluso residentes han visto cómo los clientes aparcan ante el portal, pese a ser una calle peatonal, descargando equipaje.

En el anuncio publicado en Airbnb presume de su excelente ubicación en el centro de Palma, en las inmediaciones de Olmos, y ofrece a los clientes café y pizza gratis. Además, en el kit de bienvenida a los clientes de este alojamiento ilegal, les regala un pack para ir a la playa con sombrilla, gafas de bucear y una nevera portátil de plástico. Lo curioso es que esta actividad es totalmente ilegal porque no está permitido en los edificios plurifamiliares del municipio.

Según el catastro, esta vivienda tiene hasta 211 metros cuadrados. Consta de cinco habitaciones y un solo baño. Según el anuncio de Airbnb, es posible meter entre tres y cuatro personas por dormitorio, donde hay literas y camas de matrimonio apiladas. De hecho, en las puertas de la vivienda se pueden observar los letreros Room 4 y Room 5, como si se tratara de un hotel.

El supuesto anfitrión de este hotel es un tal Elías, aunque hay residentes que advierten que «es el dueño del piso, que se ha cambiado de nombre. De hecho, se hacía pasar por Elías con una foto del propietario de joven».

Los afectados denuncian que «además de tener un trasiego de turistas en la escalera, debe más de 20.000 euros a la comunidad. Y el agua es comunitaria. Es decir, paga lo mismo este propietario con 20 turistas alojados que un vecino que vive solo». El negocio, sin duda, es redondo, porque el precio de la noche en este hotel ilegal oscila entre los 65 y los 95 euros la noche. Si se pueden llegar a alojar 20 personas en esta vivienda, el propietario cada día puede llegar a embolsarse 1.600 euros y en un mes, si consigue llenar todas las plazas, 48.000 euros.

En las fotos del anuncio se ve además que hay terrazas donde se puede comer y se han cubierto con carpas para que los vecinos no tomen imágenes de los clientes. Consciente de la ilegalidad, el propietario ha eliminado cualquier rastro de cajetín para guardar la llave. «Él y su padre esperan sentados enfrente a que lleguen los clientes y abrirles. Luego les dan llaves del portal», denuncian residentes de la zona.

Los comentarios de los clientes que han pasado por allí son de lo más jugoso: «No sabíamos que había cinco habitaciones en total con una ocupación de hasta cuatro personas y solo un baño. ¡Conté 14 huéspedes en un momento dado! ¡Y solo un baño/inodoro! Había constantemente cola frente al water. Tuvimos que ir a buscar una cafetería para usar el baño». Se trata de una de las consecuencias de este hacinamiento turístico a plena luz del día.

Residentes de la zona denuncian que Airbnb se lava las mano y Turisme del Consell de Mallorca no ha tomado ninguna medida pese a las numerosas denuncias. Lo peor, advierten, es que «la oferta ilegal está por todas estas calles. Y nadie hace nada».