Su ubicación y su carácter hace deSon Sardina un barrio con personalidad propia, con aire y aroma a pueblo al estar separado del núcleo de Palma, conectándose con el núcleo disperso y próximo de Sa Garriga, hasta donde llega la línea 12 de la EMT, parte de la oferta de transporte público que suma la estación de metro -incluso la del Tren de Sóller- y las líneas del TIB que pasan por la carretera de Sóller.
Un paseo conecta Son Sardina con la zona de Son Castelló y Son Pacs, instituto de referencia y junto al CEIP Maria Antònia Salvà epicentros de la actividad académica de Son Sardina, donde existe un importante tejido asociativo y social -apuntar que la asociación de vecinos no ha querido participar de este reportaje- que plasma de manera activa sus peticiones y reclamaciones al Ajuntament de Palma. Assemblea Popular, Dimonis Enfocats, Escoltas, la propia Asociación de Vecinos... Son algunas de las muestras de esta inquietud vecinal en ese rincón del municipio.
Campo de fútbol de Son Sardina. Foto: F.F.
Ahí, la petición de espacios públicos en la barriada se ha convertido en un caballo de batalla para los residentes, que solcitan a Cort la creación de un nuevo Casal de Barri, al considerar insuficiente el actual, una plaza pública, pues Monseñor Mairata es propiedad de la iglesia, y zonas para que los niños y las personas mayores puedan reunirse y realizar actividades. Existen diferentes parques infantiles y plazas en el Camí Passatemps -vía principal y que atraviesa el núcleo- y en zonas de nueva y reciente construcción. Además, mejoras en espacios como la biblioteca pública o el centro de la tercera edad son otras de las situaciones que reclaman.
Imagen de la plaza Monseñor Mairata. Foto: F.F.
Movilidad
La movilidad es otro de los hándicaps para los residentes de Son Sardina. El paso de autobuses o vehículos pesados por el Camí Passatemps provoca alteraciones de tráfico, siendo prácticamente imposible para ellos el poder circular por otras vías secundarias, dada la complejidad urbanística de la zona, con calles estrellas y entrelazadas que forman parte de su paisaje y personalidad.
Uno de los tramos del Camí Passatemps, epicentro de la barriada. Foto: F.F.
La falta de aparcamiento es un nuevo dolor de cabeza. Existe un párking tras la oficina bancaria de referencia, pero no ayuda a paliar esa carencia, que se agrava en la zona del campo de fútbol, donde los fines de semana la actividad del club deportivo, uno de los emblemas de la barriada, convierte en insuficiente el espacio destinado a estacionamiento en el entorno del recinto, que acoge a uno de los clubes de fútbol más conocidos y exponente, además, de la potenciación del balompié femenino en Mallorca y Baleares. El polideportivo Udyr es otro recinto muy conocido en Palma.
Estación de metro de Son Sardina. Foto: F.F.
Movimientos
Pero si algo genera inquietud entre los vecinos de Son Sardina y su perímetro es la necesidad de recuperar espacios para la ciudadanía. Y señalan, entre ellos numerosos colectivos a los que se suman incluso los padres del colegio público, al céntrico solar de Can Pesquet. Y es que una entidad bancaria tiene el terreno a la venta desde hace un tiempo y los residentes reclaman al Ajuntament de Palma que lo compre para uso público. Han llegado a recoger más de un millar de firmas y realizado actos como una cadena humana rodeando el solar, donde diferentes pancartas y pintadas en zonas próximas plasman las reivindicaciones de los vecinos.
Solar de Can Pesquet, reivindicación de los vecinos. Foto: F.F.
Vivienda
La proximidad de Son Sardina respecto a Palma -su centro de salud de referencia es el de Cap Redó y existe una UBS- y la tranquilidad de un entorno en el que la presencia de la Policía Local recuerdan que podría ser más importante, ante la inseguridad que generan fenómenos como los robos en viviendas o la okupación, hace que sea un enclave privilegiado y buscado para vivir. Pero, como en otros rincones de Palma, el precio de la vivienda y la escasa oferta de nuevas promociones no hace más que alejar a las nuevas generaciones.
Acceso principal al CEIP Maria Antònia Salvà de Son Sardina. Foto: F.F.
La limpieza por parte de Emaya es un punto que resaltan, existiendo puntos de recogida especiales en diferentes zonas, además de observar presencia de efectivos de la empresa municipal en sus calles, siendo el Camí Passatemps, centro neurálgico, donde se encuentran los principales bares y servicios que reúnen a los habituales y son punto de encuentro para quienes han visto crecer a Son Sardina.
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