El barrio de La Soledat estrena asociación de vecinos. Y su presidente es Miquel Coll, que ha cogido las riendas de una entidad que hacía años que estaba desactivada. Una iniciativa más que necesaria y que demandaban sus residentes, ante la cantidad de problemas y carencias que padecen.
Esta tarde, la plaza de la antigua fábrica de Can Ribas ha acogido un taller y una muestra de actividades con motivo del Día Mundial del Circo. Se trata de una actividad organizada por la Fundación Patronat Obrer, la Associació de Professionals de Circ de Balears y Es Taller Espai de Circ. Coll asegura que la celebración de este acto en la antigua fábrica no ha sido casual: «Nos dijeron que este espacio se dedicaría a las nuevas tecnologías pero la verdad es que no sabemos nada de lo que hará el Ajuntament de Palma».
Coll asume ahora la presidencia de la entidad, que se constituyó a finales el año pasado. Su objetivo es volver a unir a La Soledat Sur con La Soledat Nord. «Hemos tenido que recomenzar, con gente de la barriada de toda la vida pero también con nuevos vecinos». Una de esas últimas incorporaciones es precisamente la suya, ya que llegó al barrio hace un año y medio después de que se le adjudicara una vivienda del Ibavi. «Me ha tocado ser presidente porque estoy jubilado y tengo tiempo», dice con sorna Miquel Coll, que también es portavoz de la Associació Dignitat i Solidaritat (ADIS).
Miquel Coll, nuevo presidente de la asociación de vecinos del barrio.
Entre los desafíos a los que se enfrenta la nueva asociación está «la limpieza, la seguridad ciudadana y los planes de urbanismo, que nos afectan al estar justo al lado de Nou Llevant y que supondrá la regeneración de La Soledat Sur», asegura Coll. También reclama «que reformen de una puñetera vez la calle Manacor, que es una vergüenza que una vía tan importante como esta se encuentre en ese estado». Mientras tanto, la gentrificación amenaza a la barriada y la asociación está expectante.
La Soledat se ha convertido en un barrio dormitorio que carece de recursos sociales, afirma. No hay clubs de ocio para niños in adolescentes ni para la tercera edad. «No tenemos nada». Por desgracia, concentran puntos de venta de droga y muchas veces los clientes consumen allí mismo las dosis compradas. Mientras tanto, «tenemos Can Ribas parado y una promoción del Ibavi paralizada, lo que unido a la escasa iluminación, supone un problema de inseguridad, especialmente para mujeres y personas mayores».
Coll asegura que el hecho de que La Soledat acoja «un supermercado de la droga hace que haya más seguridad de lo que parece. Esta gente será como será, pero no son tontos y lo que menos quieren es que haya problemas y que venga la policía. Es más la sensación de inseguridad». La nueva asociación de vecinos ya ha tomado contacto con otras entidades de barriadas vecinas como Nou Llevant, Son Gotleu o Pere Garau, «barrios limítrofes con problemas que se van traspasando de uno a otro».
2 comentarios
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Una muy buena noticia. De las que agrada leer.
No me parece muy segura esa "actividad"; luego si pasa algo, ¿seremos todos los responsables y a pagar?