Barrios de Palma

Colapso y atascos en las horas punta escolares: «Nos dejan atrapados»

Los residentes reclaman medidas a las instituciones, los centros educativos y los padres para evitar una incidencia que se agravaría con una posible y futura zona única

Imagen de la rotonda de acceso al núcleo de Son Rapinya | Foto: F.F.

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La ubicación de Son Rapinya, en una zona de paso hacia o entre diferentes centros educativos públicos, privados o concertados, hace que el volumen de tráfico en las horas punta -entradas y salidas- sea elevada, generando retenciones, atascos y colapso diariamente que causan, a su vez, malestar entre los vecinos y residentes en ese rincón de la capital mallorquina. A ellos, se suman quienes habitan en otros escenarios como Son Vida o Son Quint, además de los que acuden a los campos de golf allí existentes para practicar este deporte.

La Asociación de Vecinos de Son Rapinya, presidida por Marisa Bonache, asegura que una posible y futura zona única en Palma «nos puede perjudicar, porque puede que más gente de la que cada día pasa por aquí», reclamando a las instituciones, centros educativos y incluso a las familias «que en muchos casos cogen el coche cuando no es necesario porque los niños y niñas pueden ir caminando», tomar medidas como «recuperar los autobuses colectivos de los colegios». La opción de ser declarada zona madura «podría frenar las nuevas licencias para centros educativos», pero apelan a la voluntad de las partes implicadas.

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«Hay franjas horarias en las que las colas son enormes, y eso que la Policía Local se despliega y hace un buen trabajo, pero la cantidad de coches y tráfico nos dejan atrapados cuando bajamos a Palma o queremos volver a casa», refiere Bonache, quien señala que las vías alternativas que rodean la barriada «han ayudado, pero el camí de Son Rapinya sigue siendo la más usada».

Imagen de los exteriores del colegio Madre Alberta. Foto: F.F.

El aumento de la población en la zona y el incremento de la circulación van de la mano, siendo una reivindicación de los residentes que se tenga en cuenta un fenómeno que circula en paralelo al calendario escolar y que, pese a que algunos centros han dado un paso al frente para mejorar la movilidad, está muy presente.

Además, eso deriva en otro problema persistente. Que se repite en muchas barriadas de Palma, pero que en este punto se agrava a consecuencia del volumen de tráfico que se acumula. No es otro que el del aparcamiento, especialmente en los espacios próximos a los centros educativos, que perjudica a los vecinos, y en consecuencia también a esos usuarios puntuales: padres y familiares de los alumnos que no reside en la zona (o sí), que se amontonan a primera hora de la mañana, a mediodía y por la tarde.