OKUPAS EN PALMA

Tapian el acceso al Baluard del Príncep para evitar nuevas okupaciones

Semanas atrás fueron desalojados una decena de sintecho que se habían instalado en el interior de un espacio de la muralla protegido como BIC y cuya reforma lleva parada desde 2022

Tapian el acceso al Baluard del Príncep para evitar nuevas okupaciones. | Pilar Pellicer

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Nuevo episodio dentro de la complicada situación que rodea al Baluard del Príncep. Semanas después de desalojar, pacíficamente y ofreciéndoles alternativas de alojamiento, el Ajuntament de Palma ha dado un paso al frente reforzando la seguridad en la zona, un tramo protegido de la muralla, con el rango de BIC, y cuyas obras de reforma están paradas. De hecho, deberían haber finalizado en 2022 pero quedaron paralizadas en su recta final como consecuencia de la quiebra de la empresa constructora. Ahora están pendientes de que el Ministerio vuelva a licitar el proyecto, pero de momento no hay calendario previsto y en cualquier caso el proceso duraría meses.

Este jueves, se ha procedido a tapiar y asegurar el espacio del interior de la muralla, que fue okupado a principios de año por una decena de personas, la mayoría subsaharianas, cuya presencia fue desvelada por Última Hora. Pese a una primera intervención por parte de Emaya para desinfectar la zona, posteriormente se instó al desalojo de ese espacio del interior de la muralla, para posteriormente realizar una segunda limpieza.

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Ante ello, la Junta de Gobierno de Cort, con carácter de urgencia, aprobó iniciar la recuperación de oficio del inmueble municipal del Baluard del Príncep. Evitar su deterioro y peotegerlo de nuevas y futuras incursiones son las dos razones de peso que han llevado al consistorio a acelerar los trámites. Cort ha reclamado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, institución promotora de las labores de reforma, que licite de nuevo las obras y a su vez refuerce la vigilancia de la zona.

Mientras tanto, ese espacio se ha ido desgradando en una zona en la que llama la atención la presencia, a pocos metros de la zona okupada semanas atrás, y en la que la suciedad se fue acumulando durante meses, de un hotel de gran lujo. Un contraste que realza todavía más el abandono y dejadez de un enclave, además de protegido, de enorme valor histórico y paisajístico de Palma.