SINHOGARISMO

Vivir al pie de la autopista: crece el peligroso macropoblado de Germans Escalas

El asentamiento casi conecta el puente del Rafal y el polideportivo a apenas unos metros de la vía de cintura, con el riesgo latente de un accidente que afecte a sus moradores

El asentamiento al pie de la vía de cintura, a unos metros del tráfico rodado | Vídeo: F.F.

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El chabolismo sigue creciendo por Palma, pero un macropoblado empieza ya a llamar la atención de los conductores que circulan por la vía de cintura en sentido Andratx. Y lo hace a la altura del polideportivo Germans Escalas, al pie del puente del Rafal y a apenas unos metros del asfalto, separado de los miles de vehículos que transitan por la autopista cada día por un pequeño muro y algunos árboles, lo que eleva la peligrosidad en caso de accidente de circulación en ese punto para quienes se han visto obligados a vivir en ese enclave.

No es nuevo para los usuarios del parque próximo al recinto deportivo. Al fondo, en dirección a la vía de cintura, varios accesos permiten acceder al poblado, donde entre las chabolas han crecido pequeños huertos urbanos -incluso una pequeña barbacoa de obra- que sus moradores cuidan con cariño. También a escasos metros del tráfico rodado, que pese a las limitaciones de velocidad en la vía de cintura, no rueda despacio.

El importante poblado ha extendido su radio de acción respecto a meses atrás, cuando Última Hora descubrió ese asentamiento en un lugar tan discreto como esa decena de metros que separa el parque de la autopista. Hay nuevas chabolas y tiendas de campaña cuya proyección se acerca cada vez más al recinto del polideportivo Germans Escalas, que también marca el límite con el asfalto, aunque en este caso contando con distancia y medidas de seguridad.

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Incluso en la falta del puente del Rafal se ha visto nuevo movimiento, elaborando un acceso directo que les permita entrar al poblado fuera del horario de apertura del parque público, cuyos usuarios y paseantes habituales incluso se asoman curiosos para ver los huertos, que presentan un buen estado de conservación y cuidados en esas tierras fértiles al borde del tramo de carretera más frecuentado de Mallorca.

La presencia de menores dentro del asentamiento podría acreditarse al encontrarse sobre el terreno balones y otros juguetes, siendo un factor de riesgo añadido para ellos la proximidad de la autopista, bien en caso de accidente de circulación o por la curiosidad que en ellos pudiera generar el paso de los vehículos tan cerca.

Con la inseguridad que representa la proximidad de la carretera y del tráfico rodado, los residentes en el poblado han visto crecer su nómina, haciéndose fuertes en los peligrosos espacios que quedan libres entre la verja y el murete de hormigón de la vía de cintura. Y es que la necesidad de un lugar en el que vivir hace que el temor pase para sus ocupantes a un segundo plano.