La última generación al frente de este negocio familiar, Fernando Alberti, reconoce «un sentimiento agridulce. Abrimos la primera tienda en la calle Costa i Llobera, done había material eléctrico y en la calle Tous i Maroto número 48. Luego, a principios de los años 70, nos fuimos a Avenidas. Creo que es el último de los grandes negocios familiares tradicionales que queda en Avenidas, si descontamos farmacias y estancos».
El nieto del fundador señala que «no quedaban más opciones, hemos intentado aguantar. En poco tiempo ha habido un gran cambio generacional. No había tantas ventas por Internet ni grandes superficies como ahora. Sumado a que se ha debilitado el poder adquisitivo de la clase media... La clase media y el tejido empresarial de las Islas ya casi no existe. Y además tenemos una gran carga fiscal». Alberti lamenta que «el grueso del beneficio que ganan las grandes superficies y las multinacionales se va de Mallorca».
La transformación del mercado se ha disparado en los últimos años y Fernando Alberti lamenta que «nos venían clientes con lámparas de grandes superficies o de Amazon con piezas rotas o que no sabían montar. Se pensaban que teníamos nosotros el recambio, se lo habían dicho en la misma gran superficie. Pero lo que era excepcional se ha convertido en la norma».
La historia de Eléctrica Española da para un libro y además, forma parte de la historia de Palma. La primera generación de los Alberti, Tolo y Matías, fueron los responsables de los primeros semáforos de Palma. «Vendíamos señales de tráfico, la iluminación pública que compraba el Ajuntament... Iluminamos las fuentes de la Plaza de las Tortugas y de la Reina». Se encargaron de vender las primeras centralitas telefónicas de los hoteles, los equipos de megafonía, los filtros y motores de piscina más innovadores de la época. «Mi abuelo se iba a Londres a comprar el material, iba acompañado de un traductor para hacerse entender. Vendíamos la última tecnología del momento», dice Fernando Alberti. Su padre, Francisco, también siguió la tradición familiar y aún sigue al pie del cañón.
Los tiempos han cambiado y el sucesor de la saga de comerciantes lamenta que «hace unos días nos pusieron una mala reseña en Google porque ya no colocamos un Papá Noel en la puerta de la tienda. Si no lo hacemos desde 1992...», dice con resignación.
Los propietarios de Eléctrica Española han vendido el local y estos días están en plena liquidación de existencias. Después se trasladarán a su tienda Trilamp que tienen en la carretera de Valldemossa número 68, que abrieron en 1989, dedicada igualmente y en exclusiva al mundo de la iluminación para particulares y empresas.
30 comentarios
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estamos de acuerdo que tienen que pagar luz ,local ,empleados y un largo etc etc ... pero una lampara que venden por 90€ y la encuentras en internet por 25 ... claro y en botella .los pequeños negocios están destinados al cierre .
VerbenatorA ti te gustaría que le pusieran "Eléctrica Venezolana", ¿verdad?
MoneaT'agradaria més posar-li "Elèctrica Monea"?
Llevo pasando por ahí desde 1999 que viene de Argentina 🇦🇷 y soy un cliente fiel, una lastima que cada vez , cierran más tiendas del centro de palma , el pequeño comercio.
El cliente es un perro 🐶 va a suyo
Mejor cerrada que española.
Monea, efectivamente el odio de ciertos personajes hacia esa empresa fue patente, precisamente por lo de "Española" y otros asuntos, hace muchísimos años se creo una empresa vinculada a Eléctrica española, llamada Eléctrica Española de Montajes, precisamente se encargaban de la iluminación de Palma, Semáforos y otro tipo de electrificaciones públicas, posteriormente pasó a llamarse Electrotecnia, totalmente desvinculada de la familia Albertí. Pero el odio hacia todo lo español quedó patente el año en que cierto alcalde socialista y muy amante de tubos y fiestas cerca de los tubos decidió dar la concesión a una empresa madrileña afín a su partido. Sería interesante que UH investigase sobre el tema. Es muy interesante.
El otroEn efecto. Los que han destrozado Mallorca, vendiendo sus propiedades al mejor postor, han sido los mallorquines, no los extranjeros. Si Joan te da 10 por tu finca y Otto te da 15 ¿A quien se la vendes?
MoneaJajajajajajajaja. Ay pena, penita pena..... que haya gente que piense así.
Me muero de pena!!!!!!. Ya no nos queda nada.