Barrios de Palma

La preocupante degradación de un patrimonio histórico de Palma

Animales, suciedad, residuos y abandono total dibujan un triste panorama para la 'possessió' de Son Peretó, reclamada como centro sociocultural

Fachada, poblada de vegetación, de la 'possessió' de Son Peretó. | F.F.

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Gatos a los que algunos vecinos alimentan; palomas que se han instalado, al igual que los felinos, en su interior, haciendo de ese espacio un escenario insalubre, basura, residuos, una valla protectora tirada y forzada, vegetación abandonada y una especie de cochería en un extremo de la fachada... Esta sencilla y a la vez alarmante descripción, sin entrar en detalles de lo que uno puede encontrarse en sus entrañas, describe la realidad en el presente de la histórica 'possessió' de Son Peretó, que da la 'bienvenida' a la barriada palmesana.

Según refiere 'El Terme de Palma' a través de su documentada web (https://eltermedepalma.net), existen algunas referencias históricas desde el siglo XV, situándose en el lloc del Vinyet, entre Son Serra, Son Dameto, Son Quint y el Camí de La Vileta. Son Castanyer era la finca original, propiedad de la familia del mismo linaje ya desde mediados del siglo XVI y hasta el XVII, cuando aquel espacio estaba dedicado al cultivo de almendros, algarrobos o cereales.

En 1855, como plasma su fachada (MDCCCLV), se llevó a cabo una importante remodelación de esta edificación, con forma de fuerte o fortificación, que la llevó a tomar su actual forma y estado. Se atrbuye a Miquel Ferrá Font la reforma de las casas de Son Peretó, cuya fachada es definida como del neoclásico con inspiración italiana. A mediados de la década de los 90 del pasado siglo, pasó a ser propiedad del Ajuntament de Palma, siendo adquirida por proyecto de compensación a la par que el crecimiento urbano de la zona se disparaba.

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Ahora, el paso de los años y la dejadez han llevado a esta emblemática construcción, como otras 'possessions' similares, caso de la próxima de Son Flor, a verse abocadas a sobrevivir entre una incontrolable y frondosa vegetación que la cubre y apenas deja un espacio para acceder a la puerta principal, mientras las palomas y los gatos se han hecho fuertes y dueños de esa edificación, que languidece a escasos metros de un parque infantil y de espaldas a una enorme promoción inmobiliaria que exhibe el crecimiento y el cambio que ha vivido Son Peretó.

La necesidad de un centro sociocultural en la barriada y en una zona cuya población se ha elevado exponencialmente en décadas, es una reivindicación presente. Y ahí, en esa edificación emblemática de Son Peretó, puede estar la llave para saldar esa cuenta pendiente.

Uno de los elementos que más llama la atención a vecinos y curiosos es ese pequeño añadido en uno de los flancos de la construcción, a modo de pequeña cochera o cuarto de material cerrado con una verja metálica. Un elemento que chirría dentro de una fotografía preocupante y para la que los vecinos y los amantes del patrimonio piden una solución.