Sin robar espacio al mar y con un bus náutico eléctrico, la alternativa ecologista a la ampliación del Puerto de Palma

GOB, Palma XXI, Marilles y Joventut x Clima registran una alternativa a la reforma que plantea Autoritat Portuària

Imagen de archivo de un megacrucero en el Puerto de Palma.

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Varias entidades de la sociedad civil, como el GOB, Marilles, Palma XXI o Joventut x Clima Mallorca, han presentado este lunes una propuesta alternativa para la reordenación del Puerto de Palma, en respuesta al debate abierto por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) sobre su futuro.

La iniciativa plantea una redistribución de los usos portuarios sin necesidad de ampliar la superficie sobre el mar, evitando el impacto ambiental y paisajístico que supondría la construcción de nuevas infraestructuras en el Dique del Oeste.

El documento presentado por las entidades recoge la importancia de adaptar la planificación portuaria a los cambios surgidos en los últimos años, como la limitación en el número de cruceros que pueden atracar en Palma o el creciente consenso social sobre la necesidad de poner límites al crecimiento en la isla.

En este sentido, el plan propone una optimización del espacio existente sin necesidad de nuevos rellenos sobre el mar, asegurando la compatibilidad entre la actividad portuaria, el respeto por el patrimonio histórico y la sostenibilidad ambiental.

Uno de los ejes centrales de la propuesta es la distribución de la llegada de ferris en tres puntos diferentes: Moll Vell, Peraires y Dique del Oeste, lo que permitiría aprovechar las infraestructuras existentes y evitar la concentración excesiva de tráfico en un solo punto del puerto.

Según los impulsores del plan, esta medida responde a las demandas de las compañías navieras y contribuiría a una gestión más eficiente de los flujos de pasajeros y mercancías.

En cuanto a la actividad de reparación náutica, sector clave en la economía del puerto, la propuesta plantea reubicar parte de las instalaciones en la zona del Castell de Sant Carles, en el espacio anteriormente ocupado por Harinas de Mallorca.

Para minimizar el impacto visual sobre este entorno patrimonial, se establecería un límite de eslora a las embarcaciones en reparación. Al mismo tiempo, se mantendría la reparación de embarcaciones de mayor tamaño en el Moll Vell, pero con una reducción de superficie respecto a lo previsto en la Delimitación de Usos y Espacios Portuarios (DEUP) de 2020.

Los promotores del plan subrayan que esta alternativa es preferible a la construcción de una nueva explanada de 10 hectáreas en el Dique del Oeste, que supondría un fuerte impacto ambiental sobre aguas con profundidades de entre 15 y 20 metros, además de afectar a la panorámica del Castell de Sant Carles y del faro de Porto Pi, monumentos declarados Bien de Interés Cultural.

Otro de los puntos destacados de la propuesta es la creación de una escuela municipal de vela con puerto deportivo en la zona de Llevant del Moll Vell, que permitiría a las embarcaciones de vela y remo, especialmente las de menor tamaño, salir directamente a la bahía sin tener que compartir espacio con ferris y cruceros.

Esta instalación serviría también como centro de tecnificación para la práctica de vela y remo, espacio de formación para la futura Escuela Superior de Estudios del Mar y banco de pruebas para el desarrollo de prototipos por parte del SOCIB (Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Baleares).

Para mejorar la conexión entre las distintas áreas del puerto y reducir la dependencia del tráfico rodado, las entidades proponen la puesta en marcha de un sistema de transporte marítimo eléctrico que operaría dentro del puerto y la bahía de Palma.

Este 'bus náutico' conectaría puntos clave como el Dique del Oeste, Peraires, el puerto de pescadores frente a la Lonja y el Moll Vell, con posibilidad de extenderse hasta la Punta del Gas, el Portitxol, Ciudad Jardín y Can Pastilla.

Asimismo, la propuesta contempla la recuperación del Paseo de la Riba, que permitiría a los ciudadanos acercarse al agua en un recorrido arbolado desde el Born hasta el faro de la Riba. Para ello, se plantea la eliminación parcial de un relleno construido hace 25 años en la ampliación del Moll Vell, con el objetivo de devolver a los peatones el acceso al borde marítimo