La «desorientación urbanística» del Plan General, la vivienda y el clima marcan 2024

Palma XXI presenta en la Biblioteca de Cort esta tarde su análisis del año

La Plaça Major está a la espera de su reforma | Foto: Jaume Morey

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«El año 2024 ha puesto en evidencia la desorientación urbanística de Palma». Con esta contundencia abre el Anuari de Palma que por quinto año consecutivo publica la entidad Palma XXI. Precisamente hoy, a las 19:00 horas, se celebrará su presentación en la Biblioteca de Cort, donde intervendrán Cristina Llorente, arquitecta y presidenta de Palma XXI, Jaume Garau, María del Mar Socías y Miguel Reyero, todos miembros de la entidad.

Llorente advierte en la presentación del Anuario que esta «desorientación urbanística» llega con «el Plan General relegado al olvido y sin aprobación del Plan de Ordenación Detallada (POD). La ciudad se mueve en un terreno de incertidumbres normativas que dificultan una planificación coherente y sostenible». En este 2024 recién finalizado siguen avanzando «proyectos como la remodelación del Passeig Marítim o el Puerto de Palma bajo la batuta de instituciones externas», las iniciativas municipales permanecen o bien en el estancamiento, o bien en un bucle sin fin: Gesa, Son Busquets, Plaça Major...».

En el Anuario, que se pondrá hoy a disposición de los asistentes durante la presentación, se abordan los diferentes temas que han marcado este año y que para Palma XXI han sido de interés.
La presidenta de la entidad ciudadana pone de relieve que «el diseño de Palma continúa respondiendo más a las necesidades del turismo que a las de su ciudadanía, perpetuando desigualdades entre el centro y los barrios y poniendo en riesgo su modelo de ciudad».

En la publicación se hace un repaso de las movilizaciones ciudadanas que han sacado a la calle a miles de personas en protesta por la situación de la vivienda, que afecta ya a toda la Isla.
«El debate sobre la vivienda se ha intensificado con el nuevo Decreto de medidas urgentes, que introduce supuestas soluciones como el incremento de alturas (y la consiguiente desfiguración del Eixample)». , señala Llorente en el Anuario.

A la especulación inmobiliaria, señala, se le suma la presión turística. «Palma continua atrapada entre ser una ciudad para visitar o por vivir, porque deberemos escoger, nos pongamos como nos pongamos. Mientras sus barrios y la gente que los habitan piden una transformación real que priorice sus necesidades», afirma en la presentación del Anuario.

Palma XXI hace un repaso de todas las noticias que se han ido publicando sobre Ciutat a lo largo del año pasado, en los que la entidad hace referencia a recortes de subvenciones a colectivos vecinales y culturales y la nueva ordenanza cívica, «un ataque directo a los derechos fundamentales en nombre de una aparente convivencia».

Una mención aparte merecen los cambios del clima que ya están afectando a la ciudad. Ante la perspectiva de que Palma alcance los 50 grados, Palma XXI hace un repaso de las medidas que se están tomando para poner freno al calentamiento de la ciudad: «El proyecto del Bosque Metropolitano con la ambición de crear un 'Central Park mallorquín' parece una buena iniciativa», aunque recuerda la tala de varios ejemplares el año pasado.