Alarma en el Club Náutico del Portitxol: «Adiós a los últimos amarres sociales»

La reforma de estas instalaciones obliga a los socios a pagar 6.000 euros

El club Náutico del Portitxol va a ser remodelado | Foto: ALEX SEPULVEDA

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La alarma social ha cundido entre los 450 amarristas del Club Náutico del Portitxol que dependen de Ports de Balears y advierten que «nos han pedido 6.000 euros a fondo perdido. Entre nosotros hay muchos jubilados que tienen barcas pequeñas de 1.000 euros». Temen que las nuevas medidas que les reclamará el club náutico dejarán fuera «a los mallorquines. El derecho de la clase media insular al mar se ve mermado, aquí se quiere especular».

Los miembros de la Plataforma Amarres Públicos, que acaba de crearse, están reuniendo fuerzas porque temen que en el momento que los amarres de Ports de Balears (de gestión pública) pasen al Club Náutico del Portitxol, es decir, a manos privadas, ellos quedarían fuera por no poder permitirse los gastos. La tasa de 53 euros mensuales que mantienen de por vida se perdería y tendrían que pagar precios actualizados, que, aseguran, queda fuera del alcance de sus bolsillos.

En poco más de una semana ha empezado a larvarse esta plataforma que ha reunido a más de 100 de los 450 propietarios de los amarres que dependen de Ports de Balears y que ahora ven peligrar por el proyecto de reforma del Club Náutico del Portitxol.

La reunión con los directivos del mismo, celebrada este lunes, les ha dejado muy intranquilos: «Desde el club náutico nos dicen que para alargar la concesión otros 15 años [que finaliza este año] tienen que presentar un proyecto de reforma de las instalaciones y los alrededores». El presupuesto es de nueve millones de euros.

Los miembros de la nueva entidad ciudadana señalan que «si los 450 amarres que estamos en el mar pagamos la cuota inicial de 6.000 euros, ya han recaudado tres millones. Pero es que además nos dicen que habrá derramas de mil euros cada tres meses. Eso muchos no lo podemos pagar», señalan.
El pasado lunes, directivos del Club Náutico del Portitxol presentaron imágenes del futuro proyecto. Los integrantes de la plataforma aseguran que «tendrá un gran impacto social al privatizarse los pocos amares públicos que quedan en la Isla». Otros amarristas que están en su misma situación son los de Can Barbará, Sant Magí y Passeig Marítim, «los últimos reductos de amarres públicos».

La semana que viene mantendrán una reunión con la Autoritat Portuària de Balears (APB) y ya están preparando los estatutos de la entidad. «Desde la APB nos aseguran que se garantizará el uso de los amarres sociales pero no vemos la mejora con este cambio», dicen los amarristas.

Por otro lado, advierten que hay una gran lista de espera para acceder a estos amarres sociales desde 2016, que podría ascender a unas 600 personas. «Aquellos que tenemos un amarre no podemos dejarlos en herencia. En cambio, si eres socio del club náutico, puedes incluso venderlo. Es un daño enorme a la clase media». Durante la asamblea de socios del Club Náutico Portitxol se aprobó un proyecto para la unificación de ambas instalaciones, lo que ha provocado la preocupación entre los que dependen de Ports de Balears. La plataforma, mientras tanto, suma miembros y plantea protestas.