La fuga inesperada de una gallina y sus pollitos provoca una cómica escena en pleno centro de Palma

Al parecer, las aves tenían ganas de ir al museo de la Plaza Weyler porque al encontrarse sorpresivamente ante su puerta, han avanzado escaleras arriba para intentar acceder al interior, cosa que han impedido los trabajadores públicos. Una vez en la calle, la gallina ha logrado zafarse en numerosas ocasiones de los agentes y el técnico de Emaya, que hasta se ha armado con una pequeña sábana para tratar de coger a la gallina madre de una forma más sencilla.

Los técnicos han llegado al lugar con un trasportín para intentar meter a los animales en su interior mientras los turistas y residentes abrían los ojos como platos a cada intento de caza de las gallinas; alguno incluso se ha animado a hacer fotos, como nuestro fotógrafo del periódico, Jaume Morey, que ha logrado captar unas instantáneas maravillosas de la cómica secuencia.

Alguno de los viandantes se ha parado también para ayudar a los implicados en la rústica persecución y trataban de cerrar el paso a la familia de pollos para facilitar su captura. Finalmente, se ha resuelto la escena sin que ninguno de los presentes, ni perseguidores ni perseguidos, sufriera daño alguno.