Los regidores de Vox Ignacio Esteban y Fulgencio Coll. | Redacción Local

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Vox facilitará al PP disponer de los fondos para la compra de Gesa, pero quiere dejar claro a Jaime Martínez que «bajo ningún concepto» será un museo. Los regidores Fulgencio Coll e Ignacio Esteban ofrecieron una rueda de prensa en la que marcaron distancia con el PP respecto a este asunto y el de Mercapalma.

Esta convocatoria de prensa se hizo después de que el miércoles la operación para dotar con 20 millones la compra de Gesa saliera adelante gracias al apoyo de Vox. Según Coll, su grupo comparte que hay que dar solución al «costoso cadáver urbano» en el que se ha convertido la obra del arquitecto José Ferragut Pou, y entienden que el primer paso para ello es disponer del inmueble. En cualquier caso, para que sea un museo es necesario un cambio de uso del suelo y eso pasa por modificar el plan general. Y el PP carece de la mayoría necesaria ya que tiene a todos los grupos de la oposición en contra del museo.

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Además, desde Vox cuestionaron la idoneidad de este edificio, de espacios diáfanos acristalados y frente al mar, para acoger un museo de arte contemporáneo. Subrayaron que no hay ningún estudio que lo avale; de hecho, en los presupuestos de 2024 había una partida de medio millón de euros para ese mismo estudio y también fue absorbida en la operación de compra del edificio con las modificaciones presupuestarias.

En este contexto, Coll se mostró muy firme en la defensa del carácter original del inmueble y se destine a oficinas: en concreto, para que sea un 'hub' estratégico en el distrito de innovación de Llevant. Ese proyecto es «muy necesario para que Palma se sitúe al nivel de ciudades como Málaga o Barcelona» y además «traería inversión y puestos de trabajo».

En Vox también expresaron su descontento por el pleito sobre Mercapalma, una maniobra que consideran «poco prudente» y un foco de futuros problemas: «Entorpecerá que pueda llegarse a un acuerdo». El regidor Ignacio Esteban desvinculó este debate del fondo político: «Estaríamos encantadísimos de que el Ajuntament tuviera el 100% de las acciones pero la realidad es la que es». Además, les preocupa la «incertidumbre» que creará mientras dure el proceso legal.