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«Es un edificio excepcional, con una geometría similar a la de Castel del Monte, en Italia, que es patrimonio mundial de la UNESCO», cuenta Fernando Cobo, arquitecto responsable de la rehabilitación del foso del castillo de Bellver. Ayer se recepcionó la obra de reforma, una necesidad imperiosa, de este tesoro patrimonial de Palma. Uno de los muros del foso se había desplazado y ahora se ha consolidado la estructura del segundo recinto defensivo, se ha repuesto un tramo de pared en ruinas del bastión de Ponent, además de rehabilitar el foso interior.

La situación de los muros de Bellver era dramática, carcomidos por la humedad. El antiguo pavimento estaba agrietado, no había drenaje y todo el agua de la lluvia acumulada durante siglos iba calando en el interior de la infraestructura. Sin drenaje ni salida, el agua infiltrada acababa saliendo a través de los muros del foso.

«Había un desplazamiento del muro y su estabilidad estaba comprometida. Estaba apeado o se había caído. Faltaba la parte exterior de la muralla, había casi una cueva» en el bastión de Ponent, según Cobo. Aunque las obras ya se han recepcionado, queda por colocar el pavimento definitivo con losas de marés. «Hasta que seque todo pasarán años. Ahora, con el drenaje, evaporará hacia arriba. Lo importante es que ventile», explica el arquitecto.

Entre las nuevas piezas que se han colocado en los muros hay marés de la Isla. Al igual que hacían los maestros canteros de la época firmaban los sillares, las nuevas vienen marcadas por figuras circulares y una fecha, 2022, que convive ahora junto a otra de 1678: ambas marcan la época en la que se colocaron.

Durante las obras se han hecho descubrimientos como un espacio subterráneo que separa el primer muro del foso concéntrico (un círculo perfecto) junto a un añadido de muro excéntrico que fue la opción definitiva y la única visible hasta ahora. Gracias a las obras de rehabilitación se ha podido descubrir en la zona de las galerías indicios de construcciones donde pudieron vivir los primeros habitantes del castillo, con restos de un horno, y habrá más investigaciones para conocer cómo vivían. Además, se han descubierto restos de las caballerizas medievales que se aposentaban en esa zona del castillo, así como restos humanos de la Guerra de Independencia.

Ayer el alcalde de Palma, José Hila, visitó el castillo y señaló que «nuestro compromiso es seguir invirtiendo en él. El castillo es un símbolo de Palma». El teniente de alcalde de cultura i Benestar Social, Antoni Noguera, dijo que «el castillo necesita cuidado e inversión constante. En un año normal Bellver recibe más de 300.000 visitas». Las obras han costado 605.000 euros.