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«Somos más de campo que los algarrobos», dice Antonio y Salva Solana, los nuevos propietarios (por lo menos durante tres años) de parcelas del huerto urbano de Son Flor, junto al campo de fútbol de Son Moix. Con las llaves aún en la mano, ya han pensado en plantar sandías y melones. «Por dos pasteras te están pidiendo 50 euros al mes en Algaida», dicen los hermanos ya jubilados, que advierten que «para estar en casa viendo el programa de Ana Rosa, prefiero estar aquí cuidando la tierra». Advierten que este verano van a comerse las ensaladas de Kilómetro 0 en cuanto broten las primeras lechugas.

«Voy a plantar tomates de ramallet, cor de bou y tomates negros, que ahora van muy caros». Paco Fernández, a sus 71 años, presumía este martes de las nuevas llaves para disfrutar de la parcela de huerto urbano que acaba de adjudicarse. En estos tiempos en el que disfrutar de una finca se ha convertido en un lujo nordeuropeo, disfrutar de ocho metros cuadrados de tierra cultivable para cultivar se han convertido en un tesoro. «Van caras las huertas y yo siempre he querido una», cuenta Paco, que aún conserva algo de su acento de Jaén. Ahora, este antiguo gerente de hotel se ha convertido en un pequeño payés bajo la mirada del estadio de Son Moix.

El Ajuntament de Palma ha adjudicado alrededor de 40 parcelas de los huertos urbanos de Son Flor, el vivero municipal y Son Parera. Este martes se ha llevado a cabo el acto de entrega de las llaves y herramientas para cultivar los huertos, al que ha asistido el alcalde de Palma, José Hila, la regidora de Infraestructures, Angélica Pastor, y la regidora de Govern Interior i Participació, Claùdia Costa. A partir de ahora una docena de vecinos podrán cultivar las parcelas en Son Flor, así como una mesa de cultivo accesible para cada uno. Entre los vecinos estaban aquellos que habían quedado en lista de espera. También se han adjudicado las llaves de 14 parcelas que habían quedado vacantes en el vivero municipal, en s'Indioteria, y 15 de Son Parera.

Elisa García ya había cultivado antes una de las mesas de cultivo que este martes le ha tocado. Rabanitos, zanahorias, perejil, tomillo, espinacas, acelgas, romero, hierbabuena... Ni un solo centímetro de tierra se desaprovecha. «Nosotros siempre hemos tenido huerta en Palmanyola pero la tuvimos que dejar. Siempre he estado en el campo», dice, mientras los demás adjudicatarios acuden a pedirle consejo para saber cuáles son las mejores variedades para plantar en ese pedazo de Palma.

Para optar a una parcela de huerto urbano se ha de tener más de 65 años o ser una asociación o entidad sin ánimo de lucro. Las solicitudes se tramitan a través de las oficinas de atención a la ciudadanía y toda la documentación está disponible en la web del Ajuntament. Las licencias de los huertos urbanos tienen una vigencia de tres años.

Los huertos urbanos de Son Flor ya abrieron al público a finales de octubre y entonces se adjudicaron un conjunto de parcelas a través de la Associació de Veïns de Son Flor-Son Moix Negre. Este espacio, que forma parte de un proyecto financiado mediante los presupuestos participativos, he permitido acondicionar en este punto de Palma un nuevo lugar para los huertos urbanos comunitarios dotado con 16 parcelas de cuatro por cuatro metros y 16 mesas de cultivo de madera para personas con movilidad reducida.

De esta manera, la red de huertos urbanos de Palma está integrada por Son Flor (16 parcelas), Parc de sa Riera (42), Vivero municipal (36), Parc de ses Sorts (20) y Parc de Son Perera (40). Actualmente se están realizando obras para incorporar 56 parcelas de huertos urbanos en Son Gibert.