El cementerio de Palma. | Pere Bota

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La incineración se ha convertido en la opción más demandada por los ciudadanos que acuden a la Empresa Funerària Municipal (EFM) de Palma. Así, el año pasado supusieron el 61,43 por ciento de todos los servicios, con 2.695 incineraciones, frente a las 1.637 inhumaciones que se realizaron ese mismo año, lo que supuso el 38,57 por ciento. En 2021, las incineraciones alcanzaron el 58,37 por ciento de todos los servicios (2.371), frente a las inhumaciones, que supusieron el 41,47 por ciento, con 1.617 servicios.

Jordi Vilà, regidor de Promoció Econòmica i Ocupació y presidente de la EFM, señaló que «la COVID fue un acelerador de esta tendencia. Antes de la pandemia la incineración suponía alrededor del 50 por ciento del total de servicios».

Por otro lado, el año pasado de las 7.592 defunciones registradas en Mallorca, 4.387 acudieron a la EFM, es decir, el 57,78 por ciento de los servicios funerarios de toda laIsla. El número de fallecidos contrasta con el del año anterior, 6.995 en toda laIsla, por lo que en 2022 se contabilizaron un 8,53 por ciento más de defunciones. Vilà explicó que «una variación del 10 por ciento en las cifras de defunciones es un ciclo normal».

La EFM cerró el año 2022 con más de 1,3 millones de euros de beneficio, según las cuentas que la empresa presentó ayer ante su consejo de administración. El incremento de las tasas del 8 por ciento de los servicios funerarios prestados, el alza de la facturación, la mejora de la gestión de la empresa y las medidas adoptadas para recuperar la morosidad en la tarifa de conservación de los cementerios, entre otros, han hecho posible esta mejora de las cifras.

Además, la funeraria municipal ha detectado un incremento de la venta de unidades de enterramiento gracias al aumento de plazas tras la adquisición del edificio Finisterre. La gestión de los recobros ha reducido la morosidad, lo que también ha contribuido al incremento de la facturación. Otro de los acuerdos adoptados por el consejo de administración es la amortización total de los préstamos vivos que mantenía la empresa por valor de 490.000 euros. Con esta medida la empresa municipal ha conseguido reducir su endeudamiento.

Por otro lado, prosiguen las obras del edificio de Son Valentí en el cementerio de Palma, que están ahora mismo en la fase 2, lo que supondrá el incremento de las salas de velatorios y el traslado hasta allí de los hornos de incineración. También se han iniciado los trabajos del puente sobre el torrente de sa Riera, que unirá la parte antigua del cementerio con la zona de Son Valentí. El regidor Jordi Vilà explicó también que «ya está en fase de proyecto la ampliación del cementerio musulmán».