El aumento del número de vehículos en Palma se ha hecho evidente en los últimos años. | Jaume Morey

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Palma tiene matriculados 756 vehículos por cada 1.000 habitantes de los que, de media, 589 son turismos, 122 motos y 45 ciclomotores, según los datos del índice de motorización que maneja la Dirección General de Tráfico correspondientes al año 2021.

Estas cifras demuestran el progresivo incremento de vehículos censados en el municipio en los últimos ejercicios ya que se ha pasado de un índice de motorización de 706 vehículos por cada 1.000 habitantes, registrado en el año 2010, a los citados 756 del penúltimo ejercicio.

El aumento se hace especialmente evidente en lo que se refiere a los turismos, cuya media ha crecido, en el mismo periodo de 11 años, en 23 unidades al pasar de 566 por cada mil palmesanos a los citados 589 actuales.

«Poco sostenible»

Estos altos porcentajes en la relación entre habitantes y vehículos son considerados «inasumibles» por los responsables municipales en materia de movilidad ya que califican la actual flota móvil de «poco sostenible y poco respetuosa con el medio ambiente». Por eso en los últimos años, se han ido desarrollando medidas para que los ciudadanos sustituyan el uso de los vehículos privados por el transporte público urbano.

Entre estas iniciativas destacan la gratuidad de los autobuses de la EMT, instaurada durante este año para todos los poseedores de la tarjeta ciudadana, y la aprobación definitiva del PMUS, Pla de Mobilitat Urbana Sostenible que, entre otras medidas, incrementa los kilómetros de carriles bici y para viandantes del municipio, moderniza la flota y los servicios de la empresa municipal de transportes y hace una clara apuesta por fomentar los vehículos eléctricos.

Sin embargo esta, la movilidad a través de utilitarios o motos que no usan combustible vegetal, sigue siendo una de la asignaturas pendientes de los palmesanos y de las Administraciones. El problema, según ha comentado el regidor de Mobilitat de Cort, Francesc Dalmau, «es que no hay más coches eléctricos porque no hay sitios donde recargarlos y no se instalan más puntos porque no hay demanda». Para evitar esto, «y romper el círculo» desde la empresa municipal Emaya está previsto instalar, en los próximos años, hasta 2.000 puntos de recarga en Palma.