Enrique Juan de Sentmenat. | R.L.

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Delegado en Baleares del Comité de Servicios de la Asociación Europea de Asesores Financieros (EFPA-España), Enrique Juan de Sentmenat (Palma, 1984) ha presidido esta semana la I Jornada de Asesoramiento Financiero, donde él y otros expertos analizaron el momento económico actual y posibles soluciones de inversión en plena inflación. Entre otras cosas, vaticina un futuro cercano al menos tan hostil como el actual para el acceso a la vivienda y asume que, como milenial que es, va a acabar percibiendo una pensión mucho menor de las que ha estado pagando.

¿Ya les podemos decir a los jóvenes que no tendrán nunca vivienda ni pensiones?
—En cuanto a las pensiones soy de ese parecer. El tema de la vivienda en las Islas está complicado pero la gente joven tiene que ser más flexible que nunca y entender zonas fuera de Palma como zonas interesantes para ir a vivir. Tenemos que empezar a plantearnos municipios de la Part Forana como Santa Maria, Consell o Alaró como alternativas, lugares de nuestras próximas residencias y dejar de ver Palma como única opción. Son más asequibles por precio del metro cuadrado y también por cercanía. Si a cualquier persona de la Península le dices que una vivienda está a 15 minutos de Madrid lo entiende como prácticamente al lado.

¿La vivienda en Balears ya se ha convertido en un lujo para siempre o es solo puntual?
—En Balears el precio de la vivienda va a seguir siendo disparatado, no creo que vaya a bajar. La casuística de Balears debería revisarse a nivel salarial para aproximar el poder adquisitivo al precio de la vivienda.Por ejemplo, antiguamente en banca existía un plus por insularidad.

Más pesimista es aún si cabe con las pensiones...
—A día de hoy lo que plantean los diferentes gobiernos, independientemente de su color político, son pequeños parches para una situación que no es sostenible. Cuando a la generación de milenials nos toque percibir las pensiones vamos a ser los que cobremos menos. Habremos estado toda la vida pagando pensiones mayores a las que vamos a percibir.

¿Qué consejos le dan al ahorrador cuando acude a ustedes?
—El ahorrador tiene que buscar alternativas de inversión que como mínimo le ayuden a empatar con la inflación, porque si no se enfrenta a una pérdida de poder adquisitivo. Lo que no puede hacer es tener sus ahorros parados; el inmovilismo, el no hacer nada es un peligro muy grande porque al final la inflación ha estado ahí casi siempre y es un riesgo que normalmente el ahorrador no tiene en cuenta. El tener los ahorros permanentemente en funcionamiento es mucho más recomendable que lo contrario.

Se suele pensar que si no se mueve el dinero no hay riesgo...
—¿A qué llamamos que un inversor quiera preservar su capital?, ¿a mantener los mismos euros o a mantener el mismo poder adquisitivo? Un inversor conservador es aquel que quiere preservar su modo de vida, su capacidad de gasto. Y para eso hay que asumir unos riesgos. Explicado de manera sencilla: hoy podemos comprar equis kilos de patatas pero, si no hacemos nada, el año que viene podremos comprar equis menos kilos. Las inversiones pueden tener fluctuaciones mayores o menores pero normalmente en un plazo razonable dan rendimiento.

¿Qué inversiones alternativas a la inmobiliaria destacaría?
—Hay gente que compra inmuebles, gente que invierte en bolsa, en arte... Hay muchas alternativas, pero lo importante es no tener el dinero quieto. Y todo ello con un nivel de asesoramiento elevado, buscando a expertos que sepan preservar el perfil de riesgo del cliente con honestidad y claridad a la hora de recomendar inversiones.

¿Incluiría las criptomonedas dentro de esas recomendaciones de inversión?
—Es un tipo de inversión que hoy en día está muy de moda para los más jóvenes porque les pilla más cercano. En todo caso es un activo que debería tener porcentajes muy bajos dentro de la cartera de un ahorrador porque el nivel de volatilidad y de riesgo es muy elevado.

¿Consejos para la gente que no tiene capacidad de ahorro y que prácticamente subsiste en una economía de guerra?
—Es complicado hoy día explicarle a una persona que va justa a final de mes que hay alternativas para que sus ahorros generen un rendimiento. Pero la constancia y el ahorro a largo plazo, aunque sea una pequeña cantidad de forma recurrente, es importante.

¿Recomendaría, entonces, plantearse planes de pensiones privados?
—Sí, son alternativas que generan un ahorro para compensar las pensiones públicas.

¿Qué opina de los nuevos impuestos a la banca, las energéticas o los grandes patrimonios
—El gran problema que tenemos en el país es el gasto público. No es cuestión de gravar con más impuesto a la gente independientemente de su tipología.