Nuria Requejo, junto a Josefina Ors, en el pleno de Cort. | Ultima Hora

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Los vecinos de Camp Redó no pueden más, se sienten abandonados por el Ajuntament de Palma ante los continuos actos de incivismo que tienen que sufrir diariamente en la zona. Los afectados se quejan especialmente de un grupo de indigentes que, aseguran, «han tomado» el parque de Can Simonet y que, denuncian, «se dedican a emborracharse, drogarse, pelearse y hacer sus necesidades» junto al citado parque infantil «sin que nadie haga nada por evitarlo».

No es la primera vez que los representantes de los vecinos acuden al pleno a expresar sus quejas, pero en el de ayer, fruto de la impotencia, estallaron contra el alcalde, José Hila, y su equipo de gobierno. «Se están riendo de la gente. El asiento le queda grande», llegó a decir Lucia Navarro al primer edil.

Las representantes vecinales aseguraron que llevan ocho años reclamando una solución al problema y argumentaron que, a pesar de sus continuas denuncias, «nadie es capaz de evitar que sigan drogándose junto a un espacio que tendría que ser para los niños». En este sentido, según relató Nuria Requejo, también se quejaron de la falta de actuación de la Policía Local ante las molestias, «nos dicen que no pueden hacer nada y los dejan allí con sus botellas de cerveza. Ha llegado a haber agresiones, a vecinos y entre ellos, pero a los policías de barrio, que tanto publicitan desde el Ajuntament, no los vemos por allí. Miran para otro lado».

Los afectados se sienten «ciudadanos de tercera» porque, a pesar de los casos documentados de vandalismo, los responsables municipales, según remarcó la presidenta de la asociación de vecinos, Josefina Ors, «no ofrecen soluciones mientras nosotros tenemos que aguantar cada día colchones en nuestros portales y suciedad por todos lados. Queremos ser tratados de la misma forma que los vecinos de Nuredduna», reclamó.

Hila, ante la avalancha de críticas, anunció al final de las intervenciones que el Ajuntament quitará los bancos del parque donde, diariamente, se concentran los denunciados. Sin embargo esta medida, que era una de las peticiones vecinales, no contentó a los afectados, ya que «eso no basta, queremos vivir tranquilos», dijeron.

El apunte

El representante de Son Banya pide más agilidad para el desmantelamiento

El representante de los habitantes del poblado de Son Banya, Carlos Cortés, pidió celeridad al Ajuntament de Palma para desmantelar el poblado y exigió que se les comunique los acuerdos que van tomando las diferentes administraciones. Desde Cort recordaron que en febrero se reubicarán a 9 familias en pisos del IBAVI y del patronato y que se demolerán dos «illetas» del asentamiento.