Con ORA y plazas cdad dos o tres manzanas, así será Cotlliure. | M. À. Cañellas -

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Tiene 1,2 kilómetros de longitud y es una de las calles que conecta el centro con la Vía de Cintura. El trazado de Cotlliure prosigue la senda de Blanquerna y supone un nexo de unión entre Camp Redó y el centro. Y desde el inicio vecinos y especialmente centros escolares están aportando su punto de vista sobre Cotlliure para diseñar junto con Model de Ciutat este nuevo espacio. «El proceso de la memoria participativa de Cotlliure no se había hecho hasta ahora. Queremos que sea un procedimiento habitual. Hay que escuchar a la ciudadanía para transformar la ciudad», insiste Biel Horrach, cogerente y director general de Urbanisme.

El proyecto del eje cívico de Cotlliure está ahora en fase de anteproyecto y «queremos comprobar con ellos cómo será la zona. Las acciones prioritarias luchan por conseguir entornos agradables cerca de equipamientos», explica Horrach. Y aquí es donde cobran protagonismo los centros educativos del barrio. Los CEIP Felip Bauçà, Pràctiques, San Vicente de Paúl y Miquel Costa i Llobera, así como el instituto Medina Mayurqa, están involucrados en el proceso participativo y, además, son el epicentro de la transformación de la zona.

«Los alumnos nos han hecho propuestas fantásticas para Cotlliure con vídeos, imágenes y power points con contenidos muy maduros. La idea es que el entorno esté muy vinculado al proyecto educativo», señala Horrach. Una vez implantado el eje, los alumnos y profesores plantean organizar en la calle representaciones teatrales, celebraciones escolares o clases en el exterior. «Es la idea de la ciudad educacional», explica el director general de Urbanisme.

Cotlliure «no es el eje principal de tráfico de la zona», donde destacan la carretera de Valldemossa y General Riera, lo que permite reordenar el tránsito de coches. «Cada dos o tres manzanas se plantea una plaza peatonal conectadas con la ampliación de acera. Eso permitirá que haya más espacio para el peatón en un recorrido más seguro y comercial y que se convierta en eje comercial y ruta escolar», dice Horrach.

Aún no se visualiza que sea 100 por cien peatonal pero con el proyecto se duplicaría el espacio destinado a las personas. «Ahora mismo solo hay un metro cuadrado de zona verde por cada habitante de Cotlliure, cuando la Organización Mundial de la salud (OMS) recomienda 10», argumenta el director general.

¿Y qué pasará con el mercado, ahora clausurado? «Es uno de los espacios más estratégicos de cohesión y conexión social. La intención es mejorar el espacio para su reapertura. Hay consenso entre los participantes», dice Horrach. La idea es incluso «sacar el mercado a la calle, que haya una extensión del mercado por las tardes para dinamizar el espacio público». Esta opción «atraerá a ciudadanos de otros barrios y fomentará la mezcla social. Nuestra área municipal de mercados trabaja para dotarse presupuestariamente para la reapertura».

El nuevo eje cívico permitirá llevar a cabo «urbanismo técnico, que dotar de programas y actividades el espacio público». Ahora mismo el proyecto «está en proceso de definición. Hemos ido compartiendo el proyecto hasta ahora con diferentes usuarios de la zona para obtener feedback». Además, el equipo técnico está trabajando para llevar a cabo el eje cívico «por tramos».

Con la participación de los ciudadanos en el diseño del eje cívico, se consigue «que los vecinos lo sientan suyo. Siempre que sea posible, deben participar en su diseño». En enero se cerrará la fase de definición del proyecto y una vez aprobado, se licitará. En septiembre el eje cívico de Cotlliure fue seleccionado como zona de bajas emisiones, por lo que se ha presentado para acceder a los fondos Next Generation.