Imagen de un taxi adaptado de Palma. | Carmen Buades

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Las personas con movilidad reducida de Palma se quedan sin taxis adaptados diariamente de 13h a 13:45h. Los taxistas de estos vehículos especiales, considerados de servicio público, hacen un paro de 45 minutos diario en señal de protesta ante unas condiciones impuestas por el Ayuntamiento que consideran injustas y de las que «no nos han dado explicaciones», critica Mateo Bordoy, presidente de la asociación balear Eurotaxi. Desde Cort, el regidor de Movilidad Xisco Dalmau, ve la protesta injustificada, dadas las soluciones ofrecidas al sector. Son las personas de movilidad reducida se quedan sin taxis adaptados en Palma de 13h a 13:45h

Las desavenencias entre ambos bandos llevan arrastrándose años, pero ha sido su inhabilitación para prestar servicio en el aeropuerto entre las 13h y las 13:45h lo que ha desembocado en el paro de los taxistas. Así, extienden a toda la ciudad el bloqueo de su actividad en instalaciones aeroportuarias, dejando sin servicio de taxis a las personas con movilidad reducida. Desde Cort, explican que la decisión se tomó en un acuerdo plenario en 2018, para evitar que en el cambio de turno entre los taxis regulares, que se produce a esta hora, los adaptados aprovecharan para adelantarse en la cola. Bordoy considera que esto «no es un argumento con peso» y que surge de «la envidia de los taxis regulares».

Al impedimento de 45 minutos diarios se le suman, entre otras quejas, la supresión del suplemento de llamada por emisora, de 1,05 €, desde principios de año, aprobada también por el Ayuntamiento, en setiembre de 2018. La normativa pretendía eliminar esta cuantía que las personas con movilidad reducida se ven obligadas a pagar al necesitar un taxi. «Nos han quitado el suplemento, pero seguimos haciendo desplazamientos de hasta 10km para atender clientes, con el coste que conlleva», reivindica Bordoy. La emisora de los taxis adaptados, otro de los históricos puntos de conflicto, parece ya divisarse la solución. Durante años, el servicio funcionaba mediante una emisora de radiofrecuencia, con un repetidor, ubicado primero en Na Burguesa y ahora en el Castell de Bellver. El sistema, bastante anticuado, provoca numerosas interferencias en las llamadas, hasta el punto de imposibilitar la comunicación entre conductor y usuario. Tras constantes quejas y demandas de mejora, está previsto que en cuestión de semanas la empresa adjudicataria instale la nueva emisora digital, con la que el Consistorio espera solventar el asunto.