En la mitad de enero del año que viene arrancarán las obras de Plaça d’Espanya y se sustituirá la polémica pizarra resbaladiza. | Miquel A. Cañellas

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La jornada de ayer se saldó con abundantes precipitaciones, lo que provocó patinazos en las calles de Palma. Tras meses sin llover, algunos palmesanos sucumbieron a las caídas por la combinación de agua y pavimentos deslizantes. Palma es, en ciertos tramos, una accidentada pista de patinaje. En el ‘top’ de suelos más resbaladizos están la entrada de los colegios, pasos de cebra y sobre todo, las galerías de Jaume III y la Plaça d’Espanya, esta ultima pendiente de las obras de rehabilitación.

Muchos ciudadanos se quejaron ayer por los patinazos provocados por estas primeras lluvias de otoño. «Cuando veo que llueve me cambio de calzado», contaba María Munar. Otros, en cambio, no pudieron evitar los accidentes y terminaron en el suelo. «Menos mal que han venido varias personas a auxiliarme», contó ayer una vecina de Palma, que sufrió una caída en la calle de la Puresa y tuvo que ser auxiliada por varios viandantes. Otras calles famosas por los resbalones son las del Banc de s’Oli o de la Cadena.

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La regidora de Infraestructures i Accesibilitat, Angélica Pastor, señaló que «a la hora de colocar cualquier pavimento nuevo se tiene en cuenta el grado de resbaladicidad y el comportamiento del pavimento nuevo con la lluvia». En el ya existente, se realizan tratamientos para evitar los resbalones. «En el Casc Antic, a la piedra se le aplica un tratamiento de abujardado [o labrado] con una máquina que pica la superficie para que no patine», explicó.

En el caso de Jaume III, «se trata de la parte privativa de los soportales y cuenta con piedra natural, que patina más que los suelos sintéticos». En cuanto a las aceras con baldosa de panot «se van cambiando porque también patinan. Las superficies artificiales no se desgastan tanto y por tanto no resbalan». Especialmente resbaladizo es el pavimento de pizarra de Plaça d’Espanya. Precisamente un informe el Consell Consultiu alertaba del gran número de quejas y denuncias por caídas y resbalones en la zona. Los resbalones en la plaza tienen los días contados.