Los hoteleros denuncian la venta ambulante y el consumo de alcohol en la calle, entre otras irregularidades. | Emilio Queirolo

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La Asociación de Hoteleros de la Platja de Palma ha presentado una batería de denuncias al Ajuntament en las que demuestran que, a pesar de la vigilancia, continúan los excesos y comportamientos incívicos en la zona, según confirmó Patricia Campomar, abogada que les representa. Campomar explicó que la falta de efectivos para controlar el cumplimiento de las ordenanzas municipales hace que la situación «sea sangrante» y que las molestias en la Platja de Palma «sean peores que las que había en el año 2018, antes de la pandemia».

En este sentido, la abogada de los hoteleros aseguró que los incumplimientos de la normativa «son constantes» y destacó, entre otros, la presencia de vendedores ambulantes, la celebración de botellones en plena primera línea, la venta de alcohol en establecimientos no autorizados o fuera del horario permitido.

‘Happy hour’

También han enviado pruebas al Consistorio y a la propia Policía de la presencia de masajistas en la playa trabajando de manera ilegal, de ofertas de bebidas tipo ‘happy hour’ o 2 x1, cuando estas promociones están «terminantemente prohibidas». La situación está «tan descontrolada», aseguró Campomar, que se ha llegado a detectar turistas que contactan con empresas que entregan comida a domicilio para que les acerquen hasta la playa «los combinados ya preparados». También destacó, como hechos llamativos, que algún vendedor haga los combinados en los jardines de algún hotel de la zona y luego los comercialice de forma ambulante o que el conductor de algún servicio de ‘transfer’ ofrezca a los clientes bebidas alcohólicas cuando van a buscarlos al aeropuerto. «Se han dado casos de que turistas recién recogidos llegan a la recepción del hotel con una lata de cerveza cada uno», lamentó la abogada.

Documento ‘antibalconing’

«No es normal que los hoteleros tengan que obligar a sus clientes a firmar un documento en el que se especifica que está prohibido saltar de balcón a balcón o que tengan que requisar bebidas que intentan colar en las habitaciones» remarcó. De todos estos incumplimientos tienen pruebas que han ido enviando a los responsables de controlar la zona y, de hecho, no descartan, en algunos de los casos como el del ‘transfer’, iniciar procedimientos penales. «Aún no estamos ni a mitad de julio y estamos peor que nunca. Falta mucha vigilancia y compromiso por hacer cumplir la normativa».

Campomar, por último destacó que los hoteleros tienen localizados los puntos conflictivos de la zona, «que son tres, la calle Pare Bartolome Salva (la del Jamón) el Balneario 5, junto a una megadiscoteca, y la zona del Arenal».

El apunte

La asociación critica que nadie les diga cuántos efectivos controlan las ordenanzas

Patricia Campomar destacó que «no tiene sentido» que los hoteleros de la zona hayan hecho un esfuerzo en los últimos años por modernizar sus instalaciones y que, por la falta de efectivos, «no sirva de nada porque no hay nadie para obligar a cumplir las ordenanzas». La abogada criticó que tanto la comisaría de la Policía Nacional como la oficina de la Local «cierren por la noche» y cuestionó que nadie les diga, a pesar de haberlo preguntado varias veces, «cuántas unidades hay destinadas para la vigilancia». Los hoteleros abogan por aumentar su número y por campañas disuasorias con carteles que avisen de las sanciones.