El Social Club desaparecerá con la llegada de las obras del Passeig Marítim de Palma. | M. À. Cañellas

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El Passeig Marítim espera la llegada del proyecto que transformará esta zona de Palma. Epicentro del ocio nocturno, una amplia oferta de restauración y ocio (aunque hay muchos locales cerrados) convive con badulaques 24 horas. Además de la inversión pública, la inversión privada está a la expectativa: esta misma semana este periódico publicó que la discoteca Tito’s se convertirá en el cabaret de alto standing Lío.

En esa misma zona languidecen varios locales de copas, como los bajos del hotel Victoria. El gerente del Mercat 1930, Luis Recobeni, advierte que «está cerrado el antiguo Pachá, el Salero, el Oceans se vende, La Bolsa también cerró y dentro de un año lo hará el Social Club por la expropiación de este local para la rehabilitación del Marítim». Recobeni, como muchos en la zona, está a la espera de que empiecen las obras y aunque el proyecto «es muy bonito» teme el tiempo que duren los trabajos. «Somos pocos los que hemos aguantado tras la COVID. Y, de momento, aguantamos».

Por su parte, Alfonso Robledo, presidente de CAEB Restauración, también destaca que «la gente está pendiente de las obras del Marítim, que ahora mismo es horrible. La reforma eliminará el chiringuito cutre y ya hay gente que está invirtiendo en los locales». CAEB Restauración, de hecho, está sentada en la mesa de trabajo con la Autoritat Portuària de Balears (APB) y el Ajuntament de Palma para dibujar el nuevo Passeig Marítim.

En la zona se intuye el efecto contagiador de las obras de Gomila, como la apertura de una vía de comunicación de Gomila y el Passeig Marítim entre Tito’s y el Melià Victoria, que tiene previsto también rehabilitar el edificio del hotel. La situación dará un vuelco en cuanto empiece la transformación del Passeig Marítim. La APB está aún analizando las ofertas recibidas para adjudicar las obras, con un presupuesto de 43 millones. El gerente de Urbanisme en Cort, Joan Riera, señala que «supone un paso muy importante para la ciudad. Esta legislatura se iniciarán las obras que abarcan 3,5 kilómetros, desde la Avinguda Argentina hasta Porto Pi».

De autopista a paseo. Con las obras, está previsto que el Passeig Marítim pase de tener tres o cuatro carrilles por sentido a quedarse en dos para cada uno. Se incrementan los pasos de peatones de forma relevante, pasando de los doce actuales a los veintiséis previstos en el proyecto, lo que mejorará la comunicación, la accesibilidad y la seguridad de los peatones.

El proyecto se ha coordinado este el Ajuntament y la APB y esta al final asumió el plan. El proyecto de José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres ganó el concurso arquitectónico. «Supondrá una gran transformación. El ejemplo de lo que podrá ser el Passeig Marítim se vio cuando tras el desconfinamiento se restringió el tráfico a la mitad para dejar paso a los peatones», cuenta Riera. «Hay potencial y vocación para que sea un espacio ciudadano», añade. Con carriles bicis más amplios y extensos y el incremento de la vegetación, el objetivo es transformar lo que supone en realidad una autopista en primera línea de mar. El gerente de Urbanisme pone como ejemplo las transformaciones de San Francisco, que «tenía una autopista de tres pisos frente al mar y que ahora acoge un tranvía, un bulevar y un carril de coches por cada sentido». Burdeos, Dusseldorf o Estocolmo también han transformado los espacios más próximos al mar o al río para dar protagonismo al espacio público. «Es una de las obras más importantes que se llevará a cabo en los próximos años en Palma», dice Riera.

Por su parte, Biel Horrach, director general de Urbanisme, señala que «la relación de la ciudad con el mar ha estado rota durante años» por culpa del tráfico rodado. Este proyecto «supone un reencuentro de la ciudad con el mar», ya que «es positivo para que el coche de paso al peatón y a la bicicleta. Esa transición de la movilidad se verá en el Passeig Marítim. De ser un espacio vinculado a los excesos, se recuperará un espacio de bienestar ciudadano», explica Horrach. Las obras del Club de Mar están a pleno rendimiento y el espacio se unificará con el nuevo Passeig Marítim. En este lugar se están invirtiendo 60 millones de euros, «es la mayor inversión privada en suelo público portuario de España», señalan fuentes del Club de Mar.

Las obras de los pantalanes ya están muy avanzadas y los edificios antiguos del club ya han sido derribados, mientras que la construcción del edificio que albergará usos sociales avanza a buen ritmo.
«Las vallas del Club del Mar desaparecerán para integrarse con el Passeig Marítim», señalan fuentes de la empresa. Es la representación perfecta de la apertura del nuevo Club de Mar, que se abrirá a la ciudad, y que contará con restaurantes, discotecas, locales comerciales y un centro de formación náutica. Hay mucho interés por ocupar estos locales y se espera que el proyecto esté finalizado entre 2023 y 2024. Este proyecto se ha coordinado con la APB y el Ajuntament.

El apunte

Oferta de calidad frente al ‘souvenir’ o el ‘minimarket’ que abre 24 horas

El arquitecto Guillermo Reynés, que lidera la mejora deGomila, advierte que «la rehabilitación del Club de Mar será un tractor de la zona». Ciertos locales en s’Aigo Dolça «se acabarán yendo al final. En el Marítim habrá ocio, pero será más sano y ordenado». Francisco Pena, de Mallorca House, dice que «siempre hay interés por los locales del Passeig Marítim pero poca rotación». Frente al interés por conseguir una oferta de calidad están minimarkets de 24 horas que venden alcohol. «Habrá una transformación, pero será una cuestión de unos años», afirma Pena.