La Oficina de la Defensora de la Ciudadanía ha detectado la presencia de temporeros que trabajan en la zona y optan por una autocaravana para residir cerca de ella. En las imágenes, caravanas y alguna furgoneta en Ciutat Jardí. | Emilio Queirolo

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Cerca de un centenar de autocaravanas y furgonetas caravanizadas se llegan a concentrar en la barriada de Ciutat Jardí. La asociación de vecinos del barrio ha hecho llegar sus quejas a la Oficina de la Defensora de la Ciudadanía, ya que además de turistas y surferos, en la zona se han llegado a registrar «temporeros» que no pueden permitirse pagar una vivienda y buscan un vehículo como alternativa a los problemas para encontrar un alojamiento asequible. Desde la Oficina advierten que «incluso algún vecino ha optado por comprar cuatro coches o más para aparcarlos delante de su fachada, en primera fila. El objetivo es evitar que se coloquen delante las autocaravanas y que el propietario se vea con un muro de hierro ante su ventana».

«Los turistas o los deportistas no dan problemas. Pero hay insalubridad cuando hay 45 caravanas aparcadas día tras día, cuyas aguas sucias se vacían en el alcantarillado y acaban llegando al mar», dijo AnnaMoilanen, defensora de la Ciudadanía. Moilanen lamentó que «se están produciendo problemas de convivencia. La policía de barrio lleva a cabo un trabajo extraordinario y si permancen más de 10 días en el mismo sitio les cambian la ubicación». Además, no está permitido el uso de toldos ni de mobiliario de camping.

Mientras tanto, los vecinos soportan hasta un centenar de autocaravanas, alguna de las cuales son vivienda permanente. «Tal vez este problema se solucionaría si hubiese ORA en la zona», dijo Moilanen, que propuso el uso de un solar municipal en el barrio para estos vehículos.