Vista general de Palma. | A.S.

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No es habitual que en una sola legislatura se aprueben hasta tres planes que marcarán el futuro de Palma en las próximas décadas. Pero esto es lo que ocurrirá cuando acabe la legislatura. La sostenibilidad, el desarrollo urbanístico y la movilidad de Palma se dibujan en estos documentos que están a punto de culminarse en el Ajuntament.

El Pla General d’Ordenació Urbana (PGOU), el Pla d’Acció pel Clima i l’Energia Sostenible (PACES) y el Pla de Mobilitat Urbana Sostenible (PMUS) están en la fase final de su tramitación tras años de trabajo. Fuentes del Consistorio señalaron que «son los tres planes de la legislatura, que trazan las políticas que afectan a todo el Ajuntament y que tienen unas tramitaciones largas».
Con una vigencia de veinte años, el Pla General, que desarrolla el área de Modelo de Ciutat, está ahora mismo en la fase de alegaciones y se espera que su aprobación definitiva se lleve a cabo a final de año.

Con la vivienda asequible por bandera y un crecimiento sostenido y sostenible, prevé multiplicar por ocho el número de viviendas sociales, soterrar al menos en parte la vía de cintura y recuperar 980 hectáreas de la red actual de calles para el peatón y la bicicleta, entre otros objetivos.

La humanización de la ciudad, la movilidad sostenible, la potenciación de una Palma autosuficiente que haga frente a la crisis climática y la diversificación económica son otros de los ejes principales. En el área de Medi Ambient se ha desplegado el PACES, que tiene como objetivo la reducción de un 40 por ciento de las emisiones de CO2. Para ello prevé la reducción de un 32,5 por ciento del consumo de la energía y un 32 por ciento el consumo final de energía que haya sido generado con fuentes renovables.

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Entre sus medidas está el impulso de la comercializadora municipal de energía de Emaya, la sustitución de vehículos de transporte público más eficientes y menos contaminantes, bonificaciones a los vehículos menos contaminantes o la creación de la Zona de Bajas Emisiones.
De esta manera, se pretende cumplir con los objetivos sostenibles de la Unión Europa y la ley balear de cambio climático.

Futuro

Por último, el Pla de Mobilitat Urbana Sostenible (PMUS) tiene una vigencia que va desde 2022 hasta 2030. Se estructura en siete líneas estratégicas con 40 medidas para hacer frente a la emergencia climática. Para ello se impulsará el papel de los peatones, la bicicleta y el transporte público. Con un presupuesto de 88 millones de euros, se potencia la Palma de los 15 minutos (tener todos lo servicios básicos a esta distancia), se mejorará el transporte público con nuevos corredores, se lanzarán nuevos carriles bici y se amplía la red de aparcamientos.

La Palma de los próximos 20 años ya está dibujada sobre el papel. Ahora solo queda que estos planes se lleven a cabo para lograr una ciudad más verde.

El dato

10.737 viviendas protegidas

El Plan General prevé multiplicar por ocho el número de viviendas públicas en los próximos años, por lo que el 47 por ciento de nuevas construcciones serán protegidas.

El dato

529 vehículos por 1.000 habitantes

Palma es una ciudad muy motorizada y cuenta con un gran número de vehículos. De hecho, el 10 por ciento de los desplazamientos en coche recorren menos de un kilómetro.

El dato

2.000 Puntos de recarga de vehículos

El PACES prevé la implantación de 2.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos que se sumarán a la electrolinera de Emaya y la fotolinera, con un ahorro de 85.525 toneladas de CO2 al año.