Las obras del tanque de tormentas concluirán en las próximas semanas con las conexiones que conducirán el agua hasta allí.

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Las obras del tanque de tormentas que se construye junto a la depuradora del Coll den Rebassa se acabarán en unas semanas y, una vez que la instalación este operativa, se reducirán en un 90 por ciento los vertidos en las playas de Can Pere Antoni y Ciutat Jardí lo que evitará, según el alcalde de Palma, José Hila, que durante este verano se tengan que cerrar al publico por derrames de aguas fecales.

Hila que hizo estas afirmaciones durante la visita que realizó a los trabajos acompañado del conseller de Medi Ambient, Miquel Mir y del regidor del área y presidente de Emaya, Ramón Perpinya, destacó, asimismo, que con la obra «estamos dando respuesta a una necesidad histórica de Palma».
Los trabajos, que han tenido un presupuesto de 27 millones de euros, han sido financiados por el Govern balear a través del canon de saneamiento y comenzaron en enero del año 2020.

La instalación tendrá una capacidad de 50.000 metros cúbicos, una dimensión de 101 x 80 metros y una altura de casi ocho metros. Estos días, según destacaron los responsables del proyecto, se está trabajando en el montaje de los componentes de aislamiento de los cuatro compartimentos del deposito. Asimismo, detallaron, se están concluyendo las tareas para conectar la tubería que llevará las aguas pluviales y residuales hasta el tanque. Una vez concluido este trabajo el deposito quedará aislado y sólo se podrá acceder a el para su mantenimiento.

Al mismo tiempo según se pudo comprobar durante la visita, se ultima la instalación de la estación de bombeo anexa. Este dispositivo es esencial ya que es el encargado de impulsar las aguas provenientes del colector que finaliza, en este punto, su recorrido de tres kilómetros desde las Avenidas. Todo el entramado de tuberías e instalaciones tienen como objetivo recoger, conducir y almacenar aguas residuales y pluviales para depurarlas y evitar vertidos en la costa en caso de fuertes lluvias.

Cabe recordar que, hasta ahora, el sistema de depuración del municipio era incapaz de limitar los vertidos en las playas cuando aumentaba el caudal por precipitaciones, situación que se complicaba en verano ya que el desborde del sistema afectaba a la calidad del agua y obligaba a cerrarlas. Con la puesta en marcha del tanque ya no habrá necesidad de hacerlo.

El apunte

Visita al terreno de la nueva depuradora

La comitiva también visitó los terrenos donde se construirá la nueva depuradora de Palma, que ya se encuentra en fase de licitación por parte del Ministerio de Transición Ecológica para la redacción del proyecto y ejecución de las obras. El objetivo de la nueva instalación, que costará 142 millones de euros y tiene un plazo de ejecución de 48 meses, es ampliar la capacidad de la actual depuradora hasta 90.000 metros cúbicos al día.