Tanto los partidos de la oposición como las entidades cuestionaron no solo la peatonalización de la calle Nuredduna sino también el efecto negativo que la actuación tendrá en el resto del barrio a nivel de circulación y de ruidos .

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El proyecto de peatonalización de la calle Nuredduna y los efectos que la actuación provocará en el barrio de Pere Garau sigue provocando el rechazo de la oposición municipal y de diversas entidades y colectivos de la zona, tal y como se puso de manifiesto este jueves durante la celebración del pleno municipal. En esta ocasión las críticas se centraron en el, según denunciaron, «caos circulatorio» que se generará en el entorno ya que las obras incluyen la eliminación    del tránsito en la mitad de la Plaza García Orell, conocida como de las columnas, y la habilitación de la circulación en doble sentido en la otra mitad.

De hecho, durante el debate se aludió a un informe sobre movilidad realizado por técnicos del Ajuntament de Palma que prevé «un aumento del 60 por ciento de la intensidad de tráfico en la calle Aragón, entre la salida del túnel y el cruce de la calle Nicolau de Pacs debido a la redistribución de la circulación». Toda la oposición en bloque exigió al equipo de gobierno que realice un informe específico que «garantice la seguridad en el tránsito» en el tramo de la plaza donde se va a reordenar el tráfico y que antes de llevar a cabo la modificación se realicen las pruebas necesarias para garantizar dicha seguridad ya que, argumentan, «no tiene sentido la doble dirección en la media rotonda que queda». En los mismos términos se manifestaron los representantes de ARCA, que forman parte de la Plataforma Pere Garau, molt més que Nuredduna y que acudieron al salón de plenos para pedir un «rediseño urgente de los flujos de tráfico». Natanael Falo criticó, en nombre de los colectivos afectados, la falta de participación de los vecinos para definir el proyecto y el incremento de tráfico en las calles adyacentes a la peatonalización.

María Dolores Montilla, también de la plataforma, denunció que el incremento de tráfico que sufrirán la calle Aragón y Nicolau de Pacs, provocará un aumento del ruido «muy perjudicial para los vecinos». Montilla recordó que ambas vías ya superan los valores de ruido límite establecidos legalmente para una zona residencial y denunció que Cort «en vez de hacer cambios para reducir la contaminación acústica, como está obligado a hacer, nos ha metido aún más tráfico empeorando el problema y saturando la zona».