La Federació d'Associación de Veïns de Palma y el GOB ha acudido este jueves al pleno del Ajuntament de Palma. | Jaume Morey

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La Federació d'Associación de Veïns de Palma y el GOB ha acudido este jueves al pleno del Ajuntament de Palma para mostrar sus reivindicaciones respecto al Plan General. La presidenta de la Federació, Maribel Alcázar, señaló que aunque «parece un buen punto de partida y queremos ponerlo en valor», advirtió que «encontramos incoherencias importantes en estos planteamientos teóricos y de intenciones y de algunas actuaciones concretas», que se reflejan en «las alegaciones ciudadanas, cerca de 900, que con un gran esfuerzo hemos hecho plataformas, asociaciones de vecinos y entidades ecologistas.

Alcázar insistió en que »no es una protesta contra el Plan General, queremos que se apruebe este Plan General, no queremos ir hacia atrás. Pero sí queremos poner de relieve, como es natural en este proceso de alegaciones, que se oriente hacia la limitación de este crecimiento. Queremos que sea la mitad del terreno urbanizable que se propone«.

El nuevo Plan General propone 250 hectáreas de suelo urbanizable previstas, de las que dos tercios irán destinadas a espacios públicos y el tercio restante se dedicarían a vivienda, tanto protegida como libre, así como a actividad económica.

«Ni Palma puede crecer más ni Mallorca lo puede aguantar«, dijo en la sala de plenos. La propuesta de la Federació es la de »mantener las zonas ya construidas e impulsar la rehabilitación de barrios y sus edificios existentes. Por tanto cabe replantearse los nuevos urbanizables previstos en el PGOU: Son Sardina, Son Puigdorfila, los dos de Son Cladera, Son Toells, La Bonanova, Son Ximelis, Parc Bit, Son Bordoy, Cas Pastor, etc...«. En algunos casos reclaman »la supresión total y en otros, la reducción y siempre escuchando lo que plantean las alegaciones y los posibles espacios de negociación con los vecinos que son más directamente afectados por esos crecimientos«.

La Federació y GOB apuestan por »priorizar la vivienda social al alcance de la mayoría social y especialmente los jóvenes«. Agustina Fernández, presidenta de la Associació de Veïns de Son Sardina también participó en el pleno y dejó claro que esta expansión urbanística »tampoco soluciona el problema más grave de acceso a la vivienda, condicionado por la incidencia de la especulación inversora que ha convertido la vivienda en una mercancía, muy lejos de ser un derecho social«.

También reclamó »de manera urgente, la limitación de más negocios de ocio, especialmente nocturno, en barrios y zonas completamente saturadas y que van camino de convertirse en nuevos espacios de negocio turístico a costa de expulsar la población residente, especialmente en zonas del centro y del Eixample".