El proyecto de Camper está muy avanzado y ya muestra el nuevo color de las fachadas. | M. À. Cañellas

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Hasta hace poco eran locales de chupitos y marcha hasta la madrugada. Ahora El Terreno, y con Gomila como epicentro, está en pleno furor rehabilitador e inversor y se van abriendo nuevos negocios de decoración, antigüedades, cafeterías de nuevo cuño o incluso una firma de trajes de baño made in Mallorca. Y lo hacen atraídos por la locomotora de la zona, el proyecto de Camper en la plaza Gomila, que junto con la firma holandesa de arquitectura MVRDV y el despacho mallorquín GRAS-Reynés Arquitectos, está rehabilitando hasta seis edificios en la zona. La discoteca Tito’s entra dentro de la ecuación.

Hasta ayer se veían muy adelantadas las obras del proyecto de Camper, donde se pueden observar fachadas de un vibrante color rojo o cubiertas con las baldosas hidráulicas de Huguet. Una de las inmobiliarias que están ubicadas en el punto cero de la ebullición de El Terreno es Engel &Volkers, que está comercializando pisos rehabilitados, aún en proceso de reforma, con precios que en algunos casos superan los dos millones de euros.

Villa Robert está en proceso de rehabilitación tras años en mal estado. El despacho Joan Miquel Seguí Arquitectura devolverá el esplendor a esta finca, que sigue los parámetros de las casas de vacaciones típicas del barrio. Imágenes de la obra y varias de recreaciones. Fotos:M.A.CAÑELLAS/ JOAN MIQUEL SEGUÍ ARQUITECTURA

Vinoteca y restaurantes

Mientras tanto, el edificio que acoge La Sifonería está a punto para empezar las obras del que será el nuevo hotel urbano de Grupo Piñero, que a muy pocos metros, en la plaza Mediterráneo, tiene su sede y que ha ido extendiendo sus propiedades por la plaza Gomila. «La mayor parte de los locales del complejo Camper ya se han vendido», dice Fiona Escario, diseñadora e impulsora de la firma de baño Nakawe Swimwear, que desde hace un año se ha instalado en el edificio contiguo, que hasta hace un tiempo acogía locales de chupitos. En los bajos de los edificios de Camper ya se habla de futuros restaurantes y una vinoteca, mientras que en la acera de enfrente se está ultimando una cafetería.

Miquel Bestard, de Meriendas Bestard, desde 1961.

«Decidí comprar este local el año pasado para montar aquí mi atelier. Hacemos trajes de baño biodegradables y que se adaptan a los cuerpos de todas las mujeres», añade Escario. Muy cerca, rodeados de obras, están Juan Peralta y Mauricio Obarrio, que con su firma de lámparas de diseño Contain fueron la avanzadilla de esta nueva Gomila. Y de los veteranos apenas queda Miquel Bestard, de Meriendas Bestard, que sigue en el mismo local desde 1961. «Antes había seis panaderías. Ahora ya no queda ninguna», se lamenta mientras sirve bocadillos a los obreros de las obras cercanas.

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La diseñadora Fiona Escario, en su taller de la plaza Gomila.

La eclosión de El Terreno se va extendiendo por el barrio. Al regreso del esplendor de Villa Antonia le sigue ahora Villa Robert, una casa magnífica en la calle Robert Graves 68 que está rehabilitando el arquitecto Joan Miquel Seguí. «La fachada está catalogada y la idea es devolverle la dignidad.    En el interior se han hecho demoliciones y ampliaciones. La villa se había convertido en dos viviendas», cuenta Seguí. Casi todos los clientes son alemanes y suecos. «La zona está sufriendo una limpieza de cara importante. Si compran una villa es porque aprecian la historia», añade el arquitecto, que cree que el ocio nocturno quedará desterrado.