Las obras de Nuredduna avanzan hacia la plaza de las Columnas.

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Pere Garau es el ejemplo perfecto de un barrio con sus claros y oscuros. Los propios vecinos han hecho su propio diagnóstico y este viernes se presentó un documental con las conclusiones de este estudio de la mano de la entidad GREC y la regiduría de Benestar Social del Ajuntament de Palma. Los residentes echan en falta un instituto de Secundaria y una escoleta municipal, pero el barrio presume de la gran implicación de los centros educativos en la vida diaria. Si bien es cierto que hay una gran cantidad de población inmigrante que desconoce el idioma, Pere Garau también disfruta de un alto porcentaje de población joven. El barrio siempre se ha quejado de la falta de espacios verdes para niños y jóvenes, pero a su favor cuenta con la vitalidad de un buen número de entidades y asociaciones.

El Servei d’Intervenció Comunitària Pere Garau ha llevado a cabo un diagnóstico participativo, en el que ha contado con los vecinos para conocer sus necesidades y la situación de la barriada. Las conclusiones son claras. «El barrio pasa por dificultades como la falta de locales y espacios públicos como un parque. Las plazas son en realidad rotondas asediadas por los coches. Esto condiciona la vida en la zona, con una carencia de infraestructuras y una población que rebasa los 30.000 habitantes, que ha crecido muchísimo en las últimas dos décadas», cuenta Sara Atienza, educadora social de GREC. Junto con Aina Llaneras, están trabajando para lograr una mayor cohesión social y mejorar las condiciones de vida de Pere Garau.

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Solar de la plaza de Pere Garau que se destinará a equipamientos.

«Es cierto que hay que favorecer que las ciudades se dirijan a las personas y no a los coches, pero los vecinos sienten que con el eje cívico de Nuredduna están perdiendo aparcamientos y eso les estresa. Ellos hablan de sus necesidades más próximas. Y los residentes no se han sentido incluidos en la toma de decisión del eje cívico de Nuredduna. Que la población tenga una participación más activa es nuestro trabajo», añadió Atienza. Las técnicas del GREC insisten en que tanto los vecinos como la Administración tienen que trabajar juntos y «la única manera de conseguir una transformación real es sentirnos parte del barrio».

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Sara Atienza y Aina Llaneras.

Precisamente las dos caras de Pere Garau se dan en la plaza de las Columnas. Mientras un hotel de cuatro estrellas muestra la transformación del barrio, que a algunos les asusta por la temida gentrificación, a su lado hay casas okupadas o una zona infantil donde un grupo de personas beben alcohol desde primera hora de la mañana. El diagnóstico del barrio pone de relieve las dificultades de esta zona hiperpoblada, como la demanda de un cambio para el maltrecho centro de salud, hogares con necesidad de apoyo social o la falta de comunicación y entendimiento entre las diferentes iniciativas asociativas.

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Local que acogerá la nueva biblioteca pública.

Pros y contras

Los vecinos también han transmitido la sensación de dejadez y abandono o la densidad de tráfico, así como el desplazamiento de los jóvenes al parque Wifi o Plaça d’Espanya por la falta de espacios públicos para reunirse. Los conflictos entre la población originaria de Pere Garau y los recién llegados son otro tema reflejado en el diagnóstico. Sin embargo, el barrio cuenta con «una actividad comercial diversificada, la implicación de los servicios sociales o la predisposición de la Administración para adecuar espacios públicos». El futuro de Pere Garau se está trazando ahora mismo y promete ser más halagüeño.

El apunte

Apertura de la biblioteca en breve, una demanda histórica

Una de las necesidades más urgentes que tiene el barrio de Pere Garau es la llegada de una biblioteca pública que tenga sus puertas abiertas de par en par para niños, jóvenes y mayores. Tras la iniciativa de unos vecinos que llevaron el proyecto a los presupuestos participativos, ahora se están acabando los arreglos del local, situado en la plaza de Pere Garau. La llegada de libros y estanterías será inminente.