El mercado fue un punto neurálgico del barrio, pero en el momento del cierre tenía pocos puestos abiertos. | Laura Becerra

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El Mercat Municipal del Camp Redó, cerrado desde el verano de 2019, no abrirá sus puertas antes de 2023. Aunque desde el área de Infraestructures, que será la encargada de ejecutar las obras, no se concreta una fecha de inicio de la reforma, sí se considera difícil que sea el próximo año ya que aún se debe redactar el proyecto y licitar lo trabajos. Lo único que está claro es la financiación, ya que el Ajuntament destinará a la reforma integral de este espacio dos millones de euros de los cinco que aportará el Govern a través de la Ley Capitalidad en 2022.

El objetivo del Consistorio es la remodelación y modernización de todas las instalaciones. También está prevista la inclusión, en la primera planta del edificio, de un centro de formación para las profesiones más tradicionales de un mercado (carnicería, pescadería, auxiliar de Comercio etcétera), «favoreciendo de esta forma la profesionalización del sector y su relevo generacional», algo que desde Cort se estima como uno de los problemas del declive de este espacio comercial.

El proyecto incluirá también mejoras en accesibilidad, la adecuación del párking así como la reforma de los puestos interiores. Además en el ámbito patrimonial se contempla la apertura del mercado al bien de interés cultural (BIC) del Molí d’en Carreres, parte de la Síquia de la Vila originaria del siglo X.

El edificio, se indica de Cort, no parece ningún problema estructural, pero su actual configuración «requiere de actuaciones para su adecuación a unos usos de acuerdo con los objetivos de un mercado moderno funcional y competitivo». La planta baja es la principal del mercado, con 1.510 m2 distribuidos en 41 puestos, de los que nueve tienen acceso desde la calle. El proyecto contempla que todos los puestos tengan acceso desde el interior. Las zonas comunes se adecuarán a la normativa para dedicarlas a actividades lúdicas, artísticas o culturales.

Otro de los objetivos es la adecuación de un aula gastronómica preparada para poder ofrecer formación que, en el caso de este mercado, «estará encaminada de forma destacada a la promoción de los productos frescos de temporada y de origen local». Todo este conjunto de actuaciones, se indica, «supondrá una redistribución del número de puestos de venta de los 41 actuales a una cantidad aún por determinar pero que serán unos 30».

La primera planta, con 676 metros cuadrados, y donde en la actualidad se sitúan los almacenes principales, se destinará al centro de formación, donde se podrán expedir certificados de profesionalidad en las especialidades de carnicería y pescadería. Por último en la planta sótano, con 1.759 metros cuadrados, se recuperará la rampa de salida (fue bloqueada hace años para ampliar el número de puestos ), de manera que el aparcamiento dispondrá de entrada y salida separadas, se adaptará a la normativa actual y se construirá un muelle de carga y descarga. También se embellecerá la fachada del edificio y se instalarán placas solares en la cubierta para el auto consumo del mercado.