Con un presupuesto de 210.000 euros, se han emitido 5.200 bonos de 40 euros cada uno destinados a niños menores de 14 años atendidos por Serveis Socials. Hasta esta semana ya se habían usado más de 2.000 bonos, pero la campaña, que se inició el 2 de noviembre y acabó ayer, ha pegado un acelerón y en los últimos días se han llevado a cabo multitud de adquisiciones. «Estamos en un contexto de emergencia y queríamos llevar la magia a estos niños, ofrecerles un alternativa y que los padres puedan elegir dónde cambiar estos vales para tener un regalo de Reyes», añadió Costra.
Así, han participado Marxa Esport y Gent d’Esport, la juguetería La Industrial, y las librerías Drac Màgic, Embat y Quars. «Al captar pequeños comercios buscamos que fuesen librerías, jugueterías y tiendas de deporte que hubiesen tenido además perdidas por la COVID», dijo Costa. La idea es que los beneficiados pudiesen elegir el regalo que ilusionaba a los niños. A diferencia de los bonos de PalmaActiva, también se buscaba que no tuviesen que hacer una compra mínima para acceder a este vale.
«Son familias que llevan dos años sin trabajo y que quieren tener un bonito recuerdo para el día de Reyes», cuenta Neus Aguiló, propietaria de la juguetería LaIndustrial. En su establecimiento han acudido muchísimos padres con este bono para asegurar un regalo bajo el árbol de Navidad. «Es una iniciativa muy bonita, colaboramos a crear la sonrisa de un niño», cuenta Aguiló emocionada, que cuida de estos clientes con una «discreción absoluta».
En el mismo sentido se expresa Laia Alegret, de Drac Màgic: «La campaña de los bonos del Govern y de PalmaActiva han funcionado muy bien pero la de los bonos de los Reyes Magos nos ilusiona mucho, es gente que lo necesita». La mayor parte de estos clientes «son chicas adolescentes que se han lanzado a por la literatura juvenil». Tanto Aguiló como Alegret están a favor de repetir el año que viene.
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