Monument a Joanot Colom. Este es el título que Jaume Mir puso a la escultura, una talla de bronce de 230 x 150 x 110 centímetros. La imagen representa a Joanot Colom, el «instador del bé comú», en los instantes previos a su ejecución. Está situada en una plaza de Son Gotleu. | Pere Bota

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Los herederos del escultor Jaume Mir han solicitado a Cort que les devuelva la escultura de Joanot Colom, líder de la Germania e Hijo Ilustre de Palma, que hace más de veinte años se exhibe en una plaza de Son Gotleu. Dicha estatua fue encargada en 1998 por Joan Fageda, el entonces alcalde de Palma, a Jaume Mir, que falleció en 2012. Sin embargo, Cort no ha abonado los entre 50.000 y 55.000 euros que, según una tasación del propio Ajuntament, vale la obra. Los herederos explican que durante estos años han intentado alcanzar un acuerdo para liquidar la deuda, pero las gestiones han resultado infructuosas. No solo eso, sino que Cort les ha señalado en distintas ocasiones que se la llevaran. «Miquel Perelló [edil de Cultura entre junio de 2015 y julio de 2016] nos dijo: ‘es vuestra, lleváosla’. Posteriormente, Tomeu Bestard [el cronista de la ciudad] también se mostró partidario de que no se comprara».

Bestard redactó un informe en 2017 en el que defendía que no se adquiriera la obra porque Cort ya cuenta con «seis esculturas» de Mir, por los «verdaderos problemas de presupuesto [de Cort] para mantener su extenso parque escultórico» y porque su compra supondría un desembolso de entre 50.000 y 55.000 euros. No obstante, también es cierto que responsables políticos han manifestado su voluntad de adquirirla. Lo hizo Joan Fageda cuando la encargó, en 1998, y lo ha hecho más recientemente el edil Llorenç Carrió al trasladar esta intención a los herederos de Mir. Sin embargo, la adquisición no se ha concretado ni materializado y, a la vista de la tibieza de Cort, la familia ha enviado una carta al actual concejal de Cultura, Antoni Noguera, otorgando un plazo de diez días para hacer efectiva la devolución.

«Hemos intentado sucesivamente entendernos con el Ajuntament para regularizar la situación, pero ha sido imposible. Finalmente, hemos dado la razón a los argumentos del cronista de la ciudad, que considera que la escultura no debe agregarse al patrimonio escultórico de Palma», señala Joan Mir, uno de los hijos del escultor. Sin embargo, más allá de cumplir con los términos del acuerdo alcanzado entre Fageda y su padre, lo que más disgusta a Joan Mir es es que «Més no cumple. Lo que más me duele es que el nacionalismo político no hace los deberes. Lo de ahora no es más que un síntoma».

Bartomeu Mestre ‘Balutxo’, estudioso de la Germania y reconocido activista nacionalista, ha publicado un artículo sobre este asunto titulado ‘Una (otra) indecencia institucional’ en el que acusa a los responsables de Cort de «desidia» y al cronista oficial de ser «incapaz de destacar el valor histórico y simbólico» de la obra de Jaume Mir, en alusión al informe mencionado.

A diferencia de otras instituciones, el Ajuntament de Palma se ha implicado en la celebración de los actos con motivo del 500 aniversario de la Germania. No obstante, previsiblemente perderá la única estatua del que fuera el líder de la revuelta e Hijo Ilustre de la ciudad.