Impasibles a la lluvia. La lluvia no deslució la ruta en la que participaron, en su mayoría, personas de media edad que fueron aportando observaciones durante el recorrido. | M. À. Cañellas

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Antes de que el turismo y los innumerables hoteles cambiaran la fisonomía de s’Arenal, esta barriada de Palma conservaba una esencia que el filólogo Dídac Martorell ha querido mantener viva gracias a una ruta guiada por el barrio en el que nació. La propuesta se engloba en el ciclo Altres mirades: Rutes singulars pel patrimoni de la ciutat y en la que este domingo participaron unas 30 personas en su segunda edición. La comitiva salió del Rancho Bonanza, atravesó caminos rurales y terminó en la plaza del Riu Centre, un complejo turístico edificado en 1982 que no tuvo éxito.

«He querido hacer una ruta a través de la mirada de la gente mayor que ha vivido la época antes del turismo, durante el turismo y la actualidad; todos los cambios. A través de la memoria oral, cuento lo que me han contado», explicó Martorell antes de iniciar la visita. La de ayer fue una explicación cargada de anécdotas en la que Martorell desgranó historias de la zona, como la vida de Madò Tro, una mujer «libre sexualmente» que tuvo que sufrir vejaciones por su condición. También comentó la innovación que supusieron los primeros molinos de hierro, creados por Bernat Rigo Rubí ‘Es Cabo Loco’ o la primera calesa que hubo en s’Arenal, surgida cuando un turista propuso a un payés que le paseara en su asno por la zona.

Palma 11:00 horas.

Otra leyenda fue la de la Ciutat des Palmer, una isla mítica sumergida entre Mallorca y Cabrera. «La gente mayor me preguntó si era verdad», cuenta entre risas el guía y añade que «el turismo nos ha escondido historias como esta porque parece que todo empezó con los hoteles y no es verdad. Hay una historia anterior y una gente que trabajaba antes».