La plaza del Banc de s’Oli cuenta con cinco locales. | Jaume Morey

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Tras la protesta de algunos vecinos de la plaza del Banc de s’Oli por el ruido de la semana pasada, algunos restauradores se defienden de las quejas. «Somos cinco locales en total en esta plaza, de los que tres son restaurantes, uno es una cafetería y el otro, un bar», señalaron, y añadieron que «conocemos a todos los clientes y son vecinos de aquí». Estas mismas fuentes dijeron que «nos dedicamos a cuidar de la plaza. Por eso respetamos escrupulosamente el horario de las terrazas».

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Ante las quejas vecinales, que señalaron que vivían mejor antes de la llegada de estos establecimientos, los restauradores se mostraron indignados: «Había que ver cómo estaba esta plaza hace dos décadas. Se vendía droga y había prostitución. Hace unos años se revirtió la situación pero era el horror, con muchas broncas. ¿Prefieren que nos quedemos sin el modelo de ahora y volvamos a lo de antes?». Por otro lado, los restauradores advirtieron que «esta calle es peatonal desde 2018. Siempre que hay algún problema en la plaza, como el jardín, nos encargamos de llamar al Ajuntament para que esté bien cuidado».   

Algunos de los restauradores han lamentado las quejas ya que «siempre hemos intentado que haya una buena convivencia. Mientras tanto, la asociación vecinal, que no representa a todos los vecinos, no hace nada y nosotros nos encargamos de organizar el mercadillo del aceite que fue un éxito».