José Hila. | Pere Bota

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El alcalde de Palma, José Hila, aseguró este lunes que «la Policía Local tiene orden de acudir a todos los botellones para disolverlos» y que en lo que va de año se han puesto 1.500 sanciones por botellón. Pero, el primer edil hizo un llamamiento, de nuevo, «para que no sea la policía la única solución en esta ciudad ante un botellón».

Insistió en que «los botellones están prohibidos, ya lo estaban antes de la COVID-19, y los que van a ellos no tienen que hacerlo, deben ser conscientes de lo que hacen. En Palma se han cumplido las normas durante toda la pandemia, hemos podido reactivar la economía, no lo pongamos ahora en riesgo por unas ganas de celebrarlo locamente cuando esperando unos meses, a que todo el mundo esté vacunado, se podrá celebrar, aunque no en forma de botellón porque, reitero, en Palma están prohibidos».

Las multas por botellón, dijo, en una zona de especial interés turístico es entre 1.500 y 3.000 euros y en el resto de la ciudad, entre 100 y 750 euros.

En el transcurso de un botellón que tuvo lugar el pasado fin de semana en la zona de Son Castelló, algunos taxistas denunciaron que sus coches llegaron a ser zarandeados y ahora tienen reparos a acudir a lugares en los que se esté mucha gente reunida para beber. En este sentido, Hila insistió en que «donde haya un botellón estará la policía, pues tiene orden de actuar contra esta práctica».

En relación al concierto de reggaeton celebrado en la Plaça de Toros que fue suspendido por la policía por incumplirse las normas de seguridad sanitaria, el primer edil explicó que el único informe del que tuvo conocimiento fue el acta que redactó la policía durante su celebración, no previo a éste, y que dio lugar a su paralización. Desde el Govern, dijo, se ha levantado acta al promotor, que podrá ser sancionado con entre 60.000 y 600.000 euros por incumplimiento de normas sanitarias de la COVID-19.

Hila recordó que cuando un local tiene licencia para dar conciertos, como es el caso de la Plaça de Toros, «ni el Ajuntament ni nadie tiene que darle permiso». Otra cosa, añadió, es que «si durante el concierto se incumplen las normas, entonces se actúa y así se hizo».

En Palma, destacó, «ha habido muchos conciertos que no han supuesto ningún problema, porque se han cumplido las normas, solo hemos tenido uno que no lo ha hecho y va a recibir las sanciones que se merecen».