La presidenta del Govern, Francina Armengol; la presidenta del Consell, Catalina Cladera; el alcalde de Palma, José Hila; el rector de la UIB, Llorenç Huguet, y el presidente de la Autoritat Portuària de Baleares, Francesc Antich, firmaron este viernes por la mañana el protocolo de colaboración para el desarrollo de este distrito de innovación. | M. À. Cañellas

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El distrito de innovación de Nou Llevant-Fachada Marítima ya cuenta con una hoja de ruta sobre cuáles son los pasos a dar para la creación del nuevo pool económico de Palma sobre el que se debe sustentar un nuevo modelo económico para la ciudad y para Baleares en general.

La presidenta del Govern, Francina Armengol; la presidenta del Consell, Catalina Cladera; el alcalde de Palma, José Hila; el rector de la UIB, Llorenç Huguet, y el presidente de la Autoritat Portuària de Baleares, Francesc Antich, firmaron este viernes por la mañana el protocolo de colaboración para el desarrollo de este distrito de innovación.

Este compromiso de las instituciones se escenificó en el parque Can Palou, en Nou Llevant, a escasos metros de donde se construirá la Caja de Música que, junto al proyecto de Can Ribas, serán las dos primeras actuaciones que se pondrán en marcha dentro del nuevo distrito de innovación.

La regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol, aseguró que el proyecto contribuirá a hacer frente a los principales retos actuales como son la debilidad del modelo económico de Baleares, la emergencia climática y la desigualdad social. La financiación dependerá en buena medida de los fondos europeos que se reclamarán por parte de las instituciones. Tampoco existe, por ahora, un calendario de cuando podrá ser una realidad.

De momento, indicó la edil, además de Can Ribas y la Caja de Música existen seis proyectos que empiezan a ser una realidad, que son Palma CitiLab, el Campus Palma Teach, el Digital Hub, el Hub Energètic, el programa de regeneración urbana de La Soledat y el Pol Marí.

Armengol consideró este proyecto como «una propuesta ambiciosa, que supondrá un antes y un después para la ciudad, y también tendrá impacto en la economía y la transferencia del conocimiento a nivel balear». «Hablamos de un proyecto -afirmó- que nos impulsa hacia la diversificación económica, la ocupación de calidad, la internacionalización y hacia un nuevo modelo de ciudad más incluivo y justo».

Tras un año y medio «muy duro de pandemia», la presidenta balear declaró que «necesitamos invertir más, y la COVID-19 nos ha de servir de estímulo para hacerlo en digitalización, cohesión social, en lo público, en innovación y, en definitiva, en una nueva economía». No obstante, admitió que además de contar con fondos europeos, el nuevo distrito también precisa de la colaboración privada, «solo así podrá salir adelante».

Para el alcalde de Palma «Nou Llevant es un barrio en desarrollo donde implementaremos una transformación urbana conectando el mundo de la investigación, el empresarial y a los agentes sociales del barrio con el objetivo de crear un nuevo centro de Palma».

Hila destacó la presencia de la UIB en este proyecto, «siempre he dicho que Palma es una ciudad universitaria y ahora la Universitat tendrá en Nou Llevant un campus tecnológico, lo que, sin duda, contribuirá a que aprovechemos todo el talento que hay aquí, que no lo exportaremos».

El rector, por su parte, confirmó que «se trata de un proyecto de futuro, al que la UIB aportará lo que tiene, el conocimiento y la investigación». Es, añadió Huguet, «un proyecto complementario al Parc Bit y que ahora que ha comenzado a andar ya no tiene marcha atrás».

También Francesc Antich mostró su apoyo a la creación de un Pol Marí en el Moll Vell de Palma que contribuirá a la apuesta por la economía azul, «una industria de futuro», que pone el foco en «la aplicación de avances en los puertos para la protección del medio ambiente, el funcionamiento de los servicios portuarios y la actividad industrial de mantenimiento y reparación de embarcaciones».

Por último, Catalina Cladera destacó que el Consell contribuirá desde la vertiente cultural, consiguiendo que «el Museo Krekovic se convierta en un personaje activo de este barrio y de esta transformación, mediante la creación en él de un espacio público de creación».