Un cartel anuncia un radar. | Teresa Ayuga

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El Ajuntament de Palma había hecho una previsión de ingresar el año pasado 24,8 euros en concepto de multas, sanciones y recargos, tanto urbanísticos como de tráfico, de los que finalmente se reconocieron 20,8 millones y a 31 de diciembre solo había recaudado 11,8 millones (poco más de la mitad de lo que se podía cobrar). Esta cifra supone un 42 % menos de los ingresos logrados un año antes por estos conceptos, que fueron de 20,5 millones.

En 2019, es decir antes de la pandemia, de los 21,2 millones previstos inicialmente por estas multas y recargos, finalmente se reconocieron 25,9 millones y se recaudaron 20,5 millones, casi el 80 % de lo que se podía cobrar.

Esta diferencia entre lo que se debía recaudar y lo ingresado realmente es muy superior a la de otros años, sin duda debido a la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus.

Dentro de estas multas destacan las de tráfico, cuya recaudación en 2020 cayó un 35,4 % en Palma respecto a 2019. En concreto, Cort ingresó 8.332.438,93 euros por las sanciones a residentes (7.462.807,15 euros) y a no residentes o turistas (869.631,78 euros), frente a los 12.908.182,56 euros de un año antes.

En relación a las multas a conductores no residentes hay que explicar que la cifra recaudada en 2020 (869.631 euros) es superior a la de 2019 (724.473 euros), pese a que apenas hubo turismo durante el año pasado porque estos ingresos se refieren a sanciones interpuestas en años anteriores. Esto es así porque el abono de las mismas requiere de un proceso administrativo largo del que se ocupa una empresa contratada por el Consistorio.

La previsión inicial de ingresos por sanciones de tráfico era de 15,9 millones en 2020 (superior a la de 2019, que era de 13 millones), pero la limitación de la movilidad por el estado de alarma redujo la cifra de los derechos reconocidos a los 13,3 millones (cuando un año antes se reconoció más de lo previsto, 15,7 millones). Al cierre del ejercicio pasado se habían recaudado solo esos 8,3 millones, ante los 12,9 ingresados un año antes, una diferencia también muy notable

Sanciones urbanísticas

En cuanto a multas por infracciones urbanísticas, por ejemplo, había una previsión de cobrar 900.000 euros de los que finalmente se recaudo apenas la mitad, 407.060 euros. Un año antes, en cambio, el Consistorio recaudó 862.000 euros, más incluso que los 850.000 euros previstos inicialmente. Por infracciones generales se preveía cobrar un millón de euros y finalmente se cobraron 520.968 euros, la mitad.

Otros conceptos se refieren a sanciones por inspecciones fiscales, de las que se cobraron 2650.471 euros frente a una previsión de 665.000 euros, o intereses de demora, que supusieron una recaudación de 438.214 euros ante el 1,5 millones previstos.

La previsión de recaudación municipal por estos conceptos era, pues, mayor en 2020 en muchos de lo casos, sin embargo el dinero que se recaudo fue mucho menor, lo que da cuenta de las dificultades que hubo en 2020.

El PP critica que los nuevos radares compensan la merma de ingresos

El concejal del PP en el Consistorio Julio Martínez defiende que esta importante bajada de ingresos en materia de tráfico «deja en evidencia, entre otras cosas, la clara intención recaudatoria del equipo de gobierno a la hora de instalar nuevos radares para el control de velocidad en puntos estratégicos, y muchas veces en calles cuesta abajo, a fin de compensar la caída de la recaudación del año pasado, que también afectará al actual ejercicio».