Restauración CAEB y la Plataforma sí a las terrazas estudian reclamar al Ajuntament de Palma que los responsables municipales respondan con su patrimonio a las indemnizaciones que reclamarán los bares y restaurantes de sa Llonja.
En una nota informativa explicaron que se trataría de una demanda de responsabilidad patrimonial, «por los daños y perjuicios causados a los restauradores de 18 establecimientos», por el decreto de abril de 2019 que les obligó a cerrar sus terrazas a las 23.00 horas en vez de a las 00.00 horas. Como se recordará una sentencia dictada el pasado 5 de marzo por el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Palma establece la nulidad de esta restricción horaria.
Así, los restauradores estudian reclamar que sea la anterior responsable del decreto, la ex regidora de Función Pública y Gobierno Interior del Ayuntamiento de Palma, Aurora Jhardi, la que se haga cargo con su patrimonio de las indemnizaciones «por su negligencia en cuanto a su actuación al seguir el procedimiento administrativo, ya que no siguió el proceso correcto en base al cierre de los establecimientos de sa Llonja a las 23.00 horas», aseguran desde la Plataforma sí a las terrazas.
Las pérdidas que implicó esta restricción horaria, añade la nota, «están calculadas en unos cientos de miles de euros ya que muchos de los restauradores se vieron obligados a cerrar sus negocios, a trasladarse el lugar ya que el no poder servir cenas en un segundo turno no les dejó otra posibilidad».
«No puede ser que un político haga y deshaga a su antojo y perjudique a 18 empresarios que tienen trabajadores y estos tienen familias a las que dar de comer por el simple hecho de que, en breve, había elecciones y se jugará como una baza política. Se trata de restaurantes y no locales de ocio que no han tenido una sola denuncia muchísimos años», afirma Alfonso Robledo, presidente de la patronal de restauradores de Baleares.
Jaime E
Hace 30 días
Del mismo modo los restauradores tendrán que responder con su patrimonio al quebrantamiento de restricciones en plena pandemia a las que nos sometieron a los vecinos de Sa Llotja durante todo el verano pasado al convertir todo el barrio en un megacomedor para lo que se cursaron innumerables denuncias al ayuntamiento. No cerraron hasta finales de temporada. Basta ya de monocultivo restaurador máxime en barrios como Sa Llotja, que nos tienen sitiadon a los vecinos que quedamos. Más mano dura y que el ayuntamiento espero que recurra. Material para hacer alegaciones tiene ingentes. Estado de derecho y cumplimiento de ordenanzas para todos YA, inclusive los restauradores.