La cafetería Buen Ayre reclama los mismos derechos que el resto de establecimientos

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La cara de Santiago Préstamo es un poema. Su local, la cafetería Buen Ayre, está en la plaza peatonal del Banc de s’Oli y mientras sus vecinos de la acera de enfrente ya pueden sacar su terrazas desde este lunes, él lo tiene prohibido «por el plan de usos de la zona».
Con la fachada más amplia de la plaza, Buen Ayre está en la acera equivocada. Préstamo advierte que en junio de 2020 abrió el negocio pensando «que la situación iría a mejor». Una vez arrendado el local, se ha encontrado con la sorpresa de que no puede imitar a sus vecinos y sacar mesas al exterior, una medida extraordinaria que está salvando a muchos negocios en Ciutat. Salvo el suyo.

«Con el interior cerrado por la pandemia, no puedo trabajar y he tenido que despedir a tres personas», cuenta agobiado el empresario. Si la situación sigue así, cree que no podrá aguantar más de dos meses y se verá obligado a cerrar el negocio que es ahora todo pérdidas.

Denegada

Préstamo ha solicitado terraza debido a las circunstancias sanitarias hasta en cuatro ocasiones. Sin embargo, la regiduría de Participació Ciutadana se la ha denegado reiterando que el plan de usos de la plaza impide sacar mesas a ese lado de la acera. Préstamo se queja de que «hay bares que pueden poner mesas hasta en la calzada».
«Esta es una zona peatonal y no le impedimos el paso a nadie. Si los vecinos creen que podemos ocasionar molestias, lo justo sería que se repartiera el número de mesas entre todos los locales que estamos aquí», añade el empresario.

Advierte que ha recibido hasta 3.000 euros de ayuda pero apenas le da para pagar el alquiler. «No quiero limosnas, solo quiero trabajar. Me gustaría tener una razón lógica por la que no puedo tener terraza mientras Palma está repleta de aparcamientos con clientes sentados», añade.

Fuentes del Consistorio han señalado que «al tratarse de una zona peatonal, tiene un plan de usos limitante. En las terrazas se ha confiado en la buena fe de los restauradores para que cumplan con esta normativa pero si exceden la distancia de las fachadas se pueden exponer a sanciones».

También advierten que con la nueva normativa «los bares que estén más de tres días cerrados tendrán que retirar las terrazas para que los vecinos puedan usar el aparcamiento»