Perpinyà y Pastor, durante la presentación de esta iniciativa. | Ajuntament de Palma

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El Ajuntament de Palma ha presentado este miércoles la puesta en marcha del plan de acción de lucha contra las pinturas vandálicas en la ciudad «que degradan y devalúan el espacio público», según la regidora de Infraestructuras, Angélica Pastor.

El objetivo del plan, que implica a este área y a Emaya, «es establecer un procedimiento ágil para permitir la respuesta municipal ante las continúas pintadas que sufren los espacios públicos, los inmuebles y especialmente los edificios catalogados», indicó la edil. Para ello la primera medida es la creación de una oficina técnica de grafitis «que permitirá tener un registro y coordinar todas las actuaciones que se realicen para la limpieza de los grafitis».

El plan también contempla dotar al personal de las herramientas y métodos de limpieza necesarios para hacer frente a estas pintadas vandálicas.

Esta oficina contará con personal propio del área de Infraestructuras, con apoyo de Emaya y trabajará también con los refuerzos que aportan diversos programas del SOIB.

Pastor recordó que los bienes catalogados tienen un tratamiento diferente y debe seguirse un procedimiento administrativo antes de poder actuar en la iluminación de la pintada. Para hacer frente a estos trabajos de restauración de bienes catalogados, la regidora informó de que está en marcha un expediente administrativo de licitación de un contrato para la conservación de la muralla de Palma, que incluye la limpieza de los bienes catalogados tanto de pintadas como de hierbas.

El contrato, que tiene un presupuesto de 800.000 euros y 4 años de duración, está pendiente de su adjudicación.

El presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, declaró por su parte que «la eliminación de pintadas vandálicas tiene más que ver con la restauración de fachadas que con la limpieza, es decir que es complejo».

La nueva oficina técnica de grafitis dividirá la ciudad en tres áreas: el centro histórico, el ensanche y el resto del término municipal «porque cada uno de ellas tiene unas características especiales y eso permitirá priorizar las actuaciones».

Infraestructuras se encarga de las pintadas en los edificios BIC e históricos y, a través de las empresas de mantenimiento, de los edificios municipales. Emaya actúa en los espacios públicos abiertos y en edificios privados.

El presidente de Emaya recordó el servicio de limpieza en edificios privados que tiene en marcha la empresa y si bien dejó claro que no se sanciona a los propietarios de los edificios en los que se han realizado grafitis, sí instó a los ciudadanos a «que nos ayuden a limpiar dando su permiso para que podamos actuar en fachada privadas».

Desde Cort se recuerda también a otras administraciones o empresas privadas su obligación de limpiar las pintadas en sus espacios e instalaciones.

Perpinyà destacó que junto a las áreas de Infraestructuras y Emaya la tercera parte afectada es la Policía Local «para poder actuar, reprimir y, en los casos que sea posible, sancionar a los infractores».

El último año Emaya ha realizado cerca de 3.000 intervenciones de limpieza de pintadas, lo que ha tenido un coste de 71.246 euros, según presidente de esta empresa municipal.