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Los habitantes de Palma tienen que andarse con ojo a la hora de moverse por la ciudad, especialmente en zonas donde la modernización urbanística ha quedado en materia pendiente. Este punto de la concurrida calle Aragón constituye una muestra de ello. En una acera que de repente se estrecha hasta el apenas medio metro de amplitud deben agolparse los peatones, precisamente en tiempos en los que las aglomeraciones están más contraindicadas que nunca.

Los viandantes ven como los coches, motocicletas y autobuses de la EMT pasan junto a ellos a una velocidad destacada, una situación potencialmente peligrosa a la cual no afecta la restricción de 30 km/h. en muchas vías de la capital balear, pero no en arterias principales como estas. La situación se complica todavía más si los usuarios de la vía pretenden discurrir por la acera con un carrito de bebé o una silla de ruedas, por ejemplo.

Este vídeo es especialmente ilustrativo de la problemática. Las imágenes hablan por sí mismas; «cosas como esta no pueden tener lugar en el primer mundo», afirma la plataforma Vianants en lluita, denunciante de la situación en las redes sociales.