Tomàs Fortuny, propietario de las tierras que cultiva Miquel Àngel Salom, de Coanegra. | Redacción Local

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El Parc Agrari Nord ya está en marcha. La cooperativa Coanegra está cultivando en las tierras de Tomàs Fortuny, en Son Sardina, que forman parte del proyecto piloto impulsado por el área de Model de Ciutat y con Palma XXI como intermediario. Ya cuenta con otros cinco propietarios que quieren ceder sus solares. Ahora la prioridad es encontrar más payeses para volver a trabajar las tierras de cinco propietarios interesados en recuperar el esplendor agrícola de la zona.

Miquel Salom, Ana Carvajal, Victoria Carmena y Alicia Martínez, de Coanegra, llevan dos meses cultivando las tierras de Tomàs Fortuny, con el que se ha llegado a un acuerdo de custodia del territorio. En total dedican más de 50 horas a la semana para trabajar en el campo.

Según Lluïsa Dubón, presidenta de Palma XXI, «este primer proyecto piloto de la Cooperativa Coanegra tiene un planteamiento del siglo XXI y sirve como ejemplo. Es el punto de partida del proyecto. Supone la transformación del paisaje periurbano y una apuesta por la agricultura de Kilómetro 0».

«Hay varios propietarios en cartera pero tenemos problemas para encontrar payeses, les falta una formación específica». Confían en que en 2021 la Conselleria d’Educació ponga en marcha un FP de nuevos agricultores eco.

Mientras tanto, el Ajuntament está colaborando con la Conselleria d’Agricultura para seguir con el impulso del Parc Agrari Nord. El director general de Urbanisme, Biel Horrach, advierte de la necesidad de trabajar de manera integral: «Con formación para payeses, ofreciendo disponibilidad de tierras y reduciendo el número de intermediarios entre agricultor y consumidor».

Presión urbanística

El Plan General de Ordenación Urbana trabaja para «eliminar la presión urbanística de estos suelos con valor agrario», dice Horrach. Otra zona que podría sumarse sería el entorno de la UIB y el Parc Bit, por ejemplo. Y el Parc Agrari Nord cuenta con el apoyo del Parc Agrari Baix Llobregat, uno de los más veteranos del país. El siguiente paso es conectar la ciudad con el Parc Agrari, para que sea accesible en bicicleta o a pie.

Precisamente este martes se celebra el primer ciclo de Cultura Agraria de s’Horta de Dalt, organizadas por Palma XXI, en el Estudi General Lul·lià.

Alimentar a una ciudad que consume el 80 % de alimentos foráneos

Si se desarrolla todo el Parc Agrari de Palma, alcanzaría las 7.500 hectáreas de suelo agrícola, frente a las 10.500 de la huerta valenciana. Según Horrach, «el 80 por ciento de los alimentos que se consumen en la ciudad vienen de fuera de la Isla». La pandemia ha puesto de relieve la necesidad del producto local. En los últimos veinte años «se ha reducido a la mitad el suelo de exploración agracia en favor de la actividad turística», añade. El reto es que «en 2050 los territorios sean autosuficientes. Tenemos que recuperar la biodiversidad de las ciudades», dice Horrach.