Los dos autores del libro: Joan Carlos Palos y Bartomeu Carrió.

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¿Sabían que las instalaciones militares de So n’Orlandis (cerca de de s’Hostalot) se levantaron durante la Guerra Civil con el fin de defender los campos de aviación de Son Bonet y Son Sant Joan de posibles ataques por parte de los republicanos? ¿Conocen los restos de la antigua vía de tren de la línea de Santanyí que aun se conservan al lado de es Pil·larí? Estos son algunos de los vestigios patrimoniales reseñados en Els camins de Palma, (Lleonard Muntaner) un libro de Bartomeu Carrió y Joan Carles Palos que propone una docena de itinerarios a pie por la Palma periurbana y rural.

Las doce rutas se centran en la parte de levante del término de Palma: el Prat de Sant Jordi y el entorno de Platja de Palma (ses Cadenes, es Pil·larí, etc.). Todos los itinerarios salvo uno –el que propone recorrer el Camí de Cas Correu, que alcanza la carretera vieja de Inca– quedan por debajo de la carretera de Manacor. Asimismo, todos se ciñen al término municipal salvo dos que salen de Sant Jordi y llegan a los núcleos de Llucmajor y Algaida, respectivamente, y el ya mencionado del Camí de Cas Correu, que avanza hacia el término de Marratxí. Se debe tener en cuenta que el título del libro incorpora un subtítulo: Volum primer, lo que sugiere que habrá más entregas con nuevos itinerarios. «Los que sean necesarios», señala Palos al respecto.

Palos y Carrió proponen rutas para hacer «a pie y poco a poco, que es la mejor manera de conocer el espacio que nos rodea. Hay que saborear el paisaje», defiende Palos. Cada ruta incorpora un mapa con el itinerario. El texto, lejos de ser una mera descripción de la ruta, ofrece información sobre el paisaje y los vestigios que los paseantes se van a encontrar y les invita a detenerse para disfrutarlos. Por ejemplo, se fija en una fita que señala el deslinde entre los términos de Llucmajor y Palma, rememora cómo los rebaños de ovejas se dirigían desde la Marina de Llucmajor hasta la Serra de Tramuntana por el Camí de Muntanya, pone el ojo en una u otra edificación payesa que, si bien no son monumentos de primera categoría, tienen interés etnológico y bien valen la pena pararse a contemplarlos.

Un paisaje «desconocido»

Los autores señalan que es el paisaje más próximo a Palma, donde vive prácticamente la mitad de la población de Mallorca, pero dudan de que su casi medio millón de habitantes, en general, lo conozcan. «Los ciutadans estuvieron encerrados por las murades hasta principios del siglo XX y, desde finales de ese mismo siglo, por la vía de cintura. Nos vamos de excursión a Lluc o Valldemossa, pero a menudo ignoramos lo que tenemos más cerca. Este libro reivindica la Palma de los sementers y los huertos».

Els camins de Palma pone el foco en la historia de los lugares, que los explica. Así se entiende cómo surgieron los núcleos de es Pil·larí o ses Cadenes y gracias a ello se comprende la importancia que llegaron a tener, por ejemplo, los trencadors de marès.