El IMAS tenía detectadas hasta 208 personas sin hogar en las calles de Mallorca. | J. M. Giménez

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Un total de 320 personas sin hogar se han empadronado en Palma desde que el Ajuntament abrió, en enero de 2017, esta opción para los ciudadanos sin domicilio fijo porque viven y pernoctan en la calle. Cada año se ha ido incrementando esta cifra de empadronamientos, pero sin duda este año es el que se alcanzará una mayor cifra debido a la situación de grave crisis económica causada por la pandemia del coronavirus, que también alcanza a las personas sin techo.

Así, según las cifras aportadas por el área de Benestar Social si en 2017 fueron solo 25 las personas sin hogar que se empadronaron, un año después fueron 31. El año pasado la cifra se disparó hasta los 135 nuevos empadronamientos y este año, hasta octubre, ya son 129. Desde Cort se afirma que si se hace una extrapolación tomando como referencia el pasado año se estima que en 2020 se puede sobrepasar la cifra de los 155 empadronamientos por parte de indigentes.

La mayor parte de estas personas que están en la calle se empadronan, porque así lo permite el Ajuntament, en direcciones correspondientes con inmuebles municipales en los que se prestan servicios sociales. Sobre todo se empadronan, hasta en 308 casos, en el edificio Avingudes, donde están ubicadas las oficinas centrales del área de Benestar Social.
Otras personas lo hicieron en la dirección de alguno de los diez centros de Serveis Socials del Consistorio, porque de esta forma resulta más práctico para ellas si viven cerca de alguno de estos centros, para la escolarización de hijos, si los hay, o para poder ir al médico.

La posibilidad de empadronamiento para las personas sin techo o que viven en infra viviendas, como chabolas, se hizo realidad en enero de 2017. El equipo de Gobierno de la pasada legislatura entendió la situación de ‘limbo’ en que quedaban hasta ese momento muchos ciudadanos por el hecho de no estar empadronados. En opinión del también en ese momento alcalde de Palma, José Hila, «no puede haber ciudadanos de primera y de segunda ni ciudadanos invisibles». El Pacte defendió que empadronar a las personas sin techo es una «cuestión de derechos humanos, ya que se pone a su alcance los medios de Cort para una vida más digna».

Requisito básico

El empadronamiento es un requisito básico por atender a los ciudadanos que piden ayuda en los centros de Serveis Socials. Solo de esta forma estas personas pueden acceder al catálogo de prestaciones del Ajuntament, como la acogida municipal, ayudas básicas, formación, etc., así como a los servicios de salud.

Por eso, desde Benestar Social se decidió trabajar con Funció Pública i Govern Interior para facilitar el empadronamiento a todos los ciudadanos sea cual sea su realidad. En este sentido, desde el Ajuntament se asegura que «es determinante la ayuda de las ONG Metges del Món, Creu Roja y Càrites, que localizan e identifica a las personas sin techo que viven en Palma».

Estas entidades atienden a personas que viven en la calle de forma permanente, pero también a las que lo hacen temporal o intermitente.

El IMAS registra cerca de 200 indigentes en Ciutat

El IMAS tenía detectadas hasta 208 personas sin hogar en las calles de Mallorca, 198 de ellas en Palma y el resto en Alcúdia (9) e Inca (1), según el último recuento oficial realizado en marzo del año pasado. Desde el Institut Mallorquí d Afers Socials (IMAS) se explica que el recuento se realiza cada dos años, por lo que el siguiente se debería hacer en 2021, «pero dadas las circunstancias actuales no se va a esperar al año que viene y se hará antes de acabar 2020».