Huelga de la EMT este jueves en Palma. | Teresa Ayuga

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Los sindicatos y la EMT rompieron este jueves la negociación y los ciudadanos de Palma sufrirán hoy el quinto día de huelga. Además, las partes ya no se citaron ayer para una nueva reunión, por lo que el conflicto entra en un punto muerto, al mismo tiempo que crece el hartazgo entre los usuarios del transporte público.

Los sindicatos se levantaron de la reunión al considerar que «estamos perdiendo el tiempo porque la empresa está muy enrocada y no acepta nada de lo que les estamos pidiendo», informó el portavoz del comité de empresa, Juan Antonio Salamanca.

Salamanca explicó que solicitaron la recuperación de dos de las líneas que se suprimieron durante el estado de alarma (que ahora se cubren mediante el servicio a demanda), la 9 y la 31, «y del resto ofrecimos hablar más adelante, cuando mejoren las circunstancias, pero han dicho que no, no sabemos qué se enconde detrás de tanto interés por el transporte a demanda».

En relación a la línea 199, que conecta Palma con Sant Agustí mediante un autobús privado, «nos han dicho que ya no hay nada que hacer pues hay una concesión de 10 años y tampoco garantizan que no vaya a ocurrir esto con otras rutas atractivas».

Otro aspecto peliagudo es la inaplicación del convenio en talleres, aquí los trabajadores temen que «cualquier día pueda ocurrir también en otros departamentos, por eso les hemos pedido someternos al arbitrio del TAMIB y también se han negado».

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«Consideramos que no estamos pidiendo nada que la empresa no puede hacer y estamos dando facilidades, pero están muy cerrados», lamentó Salamanca, quien reconoció que «estamos muy preocupados, porque mañana (por hoy) es el quinto día de huelga y la crispación va en aumento, no sabemos lo que puede pasar».

Desde la EMT se informó de que «los turnos de talleres es lo que está bloqueando el acuerdo», un tema que está judicializado. «Se les ha presentado un documento de acuerdo para desconvocar la huelga que recoge todo lo acordado estos días, incluyendo devolución del 50 % de las vacaciones del estado de alarma, pero de nuevo se ha encallado en los turnos del taller en noches y fines de semana».

Antes de la reunión tanto el alcalde de Palma, José Hila, como el concejal de Mobilitat, Francesc Dalmau, ya habían dado pistas del escaso margen de negociación que quedaba.

Hila aseguró a la prensa que «hemos llegado a muchos puntos de acuerdo con los sindicatos, pero no les podemos dar todo lo que reclaman, hemos cedido hasta donde podíamos llegar, no tenemos capacidad para destinar más dinero a la EMT». Por tanto, lamentó, «si ellos no hacen cesiones también esta huelga se puede alargar» Insistió en que «no es momento de hacer una huelga, no es solidario, es momento de poner todos los medios y todo el presupuesto del Ajuntament a ayudar a la gente a salir de esta situación que vivimos».

El concejal de Mobilitat y presidente de la EMT, Francesc Dalmau, por su parte, envió una carta a los trabajadores en la que dejó claro que «ni en la EMT ni en el Ajuntament tenemos una máquina de hacer dinero» y explicó que el estado de alarma y la emergencia sanitaria «ha provocado desde marzo la caída de ingresos y pasajeros más brutal que hemos sufrido: entre un 60 % y un 95 %, según el mes que se mire». Este impacto, dijo, situó a la EMT «en quiebra técnica forzando al Consistorio a rescatar la empresa con 16 millones de euros para hacer frente especialmente a los salarios» ya que se tomó la decisión de no ejecutar ningún ERTE, según recordó.

Dalmau añadió que «Palma está padeciendo la peor crisis social, económica y laboral de su historia» y reclamó «comprensión» a los trabajadores.