Uno de sus objetivos para la ciudad en las dos próximas décadas es que de una media 6,2 metros cuadrados de zona verde por residente se pase a una relación de 10 metros cuadrados por palmesano. | Julián Aguirre

TW
19

La concejala de Urbanismo en el Ayuntamiento de Palma, Neus Truyol, ha presentado este martes las cinco líneas estratégicas planteadas por su departamento para convertir la capital balear en «un único ecosistema equilibrado» y mitigar así el cambio climático.

En una rueda de prensa telemática, Truyol ha destacado su intención de dar respuesta a los principales ejes del nuevo plan general de Urbanismo para dotar la ciudad con más espacios verdes y conectar el mar y la montaña como «un elemento que juega y convive» para que la ciudad sea «parte de la solución ante el reto ambiental, no el problema».

Con estos ejes estratégicos del «urbanismo ecosistémico», el equipo de Truyol quiere «dar protagonismo a la naturaleza para mejorar la calidad de vida de las personas», ha subrayado la concejala.

Ha afirmado que el nuevo plan general dará mayor protagonismo a los torrentes del municipio porque son «unos canales hídricos que vertebran la ciudad con las zonas altas del municipio», por lo que estos canales se transformarán en parques lineales para interconectar las zonas verdes, los torrentes y los ejes cívicos con la Tramuntana.

«El gran reto es crear más zonas verdes desde Vía Cintura hacia el interior de la ciudad», ha señalado Truyol, cuya estrategia se basa en compensar el déficit de estos espacios en algunos barrios de Llevant de Palma, como las zonas de Pere Garau, El Rafal y El Vivero.

El consistorio creará un gran parque lineal alrededor del torrente de na Bàrbara a su paso por El Rafal que facilitará la accesibilidad de sus vecinos y mejorará la permeabilidad de la Vía de Cintura, entre otros aspectos.

También se trabaja en la creación del parque lineal del torrente Gros, que conectará la Tramuntana con la zona de Ciudad Jardín que cohesionará los municipios de Palma y Marratxí.

La concejala ha recordado que uno de sus objetivos para la ciudad en las dos próximas décadas es que de una media 6,2 metros cuadrados de zona verde por residente se pase a una relación de 10 metros cuadrados por palmesano.

Truyol también ha señalado que Cort centrará sus esfuerzos en cerrar el ciclo natural del agua para que Palma sea «más permeable» y que parte del agua de las lluvias sirva para recargar los acuíferos de la ciudad, mejorando así la capacidad de este suministro en casos de posibles sequías.

Ha indicado que esta estrategia del plan general, en el marco del urbanismo ecosistémico, también se centra en mejorar la infraestructura de saneamiento de las aguas y evitar, de esta manera, los vertidos de aguas al mar y preservar la posidonia.

Otra de las líneas planteadas por el área de Truyol es la vinculada a la transición ecológica, y con la que los nuevos urbanizables deberán ser autosuficientes. Ha añadido que, en diferentes fases, Cort fomentará que las cubiertas de edificios ya existentes cuenten con sistemas de energías renovables.

Además, ha comentado que, ante el actual contexto de cambio climático, el consistorio reforzará el sector primario para garantizar la calidad y el suministro del producto local y de proximidad.