Sonia Vivas, regodira de Unidas Podemos en Cort. | Teresa Ayuga

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La regidora del Ajuntament de Palma, Sonia Vivas, se ha mostrado partidaria este domingo de retirar la estatua de Fray Junípero de Ciutat. «Pienso que la ciudad tiene que ser amable y un espacio para todo el mundo. Las ciudades hablan a través de sus estructuras y eso que llamamos historia en cuanto a monumentos y nombres de calles es una historia contada por las élites económicas de la época y una historia que no es verdad».

En su opinión, Fray Junípero «destrozó la cultura indígena y pasó por encima de sus derechos. Yo no creo que aporte nada esa estatua ahí, creo que todo lo contrario porque al lado tiene un niño indígena, semi desnudo. Creo que es una estatua que nos recuerda el daño y el dolor que provocamos en América y, sobre todo, la ruptura desde el punto de vista antropológico al impactar en América».

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Vivas señala que le gustaría «tener una Palma sin estatuas, sin nombres de calles y sin recuerdos de todos los genocidios que hemos protagonizado los españoles». Por ello, apuesta por quitar «todas aquellas estructuras que ofenden, que hacen daño o que recuerdan historias trágicas de la humanidad y apoyaría totalmente un movimiento social que decidiera señalar ese cambio como necesario».

La regidora precisa que «se llama revisionismo histórico y tiene que ver desde lo municipal con el derecho a la ciudad». Vivas entiende que esto implica que sea «una ciudad acogedora que abrace a todo el mundo».

A su modo de ver, se trata de una historia que «no es verdad y que sólamente habla de los que tenían el poder económico, de cómo veían ellos las hazañas o cómo veían ellos que eran insignes unas personas sí y otras no. La historia que nos han contado en los colegios, que nos cuenta la ciudad, es una historia de parte, de las oligarquías y de las élites económicas que premia a los que masacraron, a los que pasaron por encima de los derechos de demás».